Indígenas colombianos derriban estatua de conquistador español en Bogotá
Indígenas colombianos derribaron este viernes en Bogotá una estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, un conquistador español del siglo XVI y fundador de la capital, en medio de las masivas protestas contra el gobierno de Iván Duque.
Fotos divulgadas en redes sociales muestran a un grupo de indígenas de la comunidad Misak en la cima del pedestal vacío mientras el monumento yace en el suelo con un brazo roto.
Los manifestantes ondeaban en la madrugada banderas guambianas, de los pueblos originarios del departamento del Cauca (suroeste) con los colores fucsia, azul, blanco, y negro.
"Fue históricamente el más grande MASACRADOR, TORTURADOR, LADRON Y VIOLADOR de nuestras mujeres y nuestros hijos", indicaron los indígenas en un comunicado.
De acuerdo al boletín, de Jiménez de Quesada "descienden familias élites" de Colombia que "han reproducido los grandes problemas" del país como "la Reforma Tributaria presentada hace unos días por el gobierno" y "derrocada (...) por todos los pueblos unidos en las movilizaciones".
Cientos de miles de personas protestan desde hace 10 días contra el gobierno de Iván Duque. Lo que empezó como una movilización en rechazo a una reforma fiscal ya retirada se transformó en una de las mayores manifestaciones contra el mandatario conservador.
Las jornadas han sido en su mayoría pacíficas. En algunas ciudades se han presentado disturbios y choques con la fuerza pública que dejan al menos 26 muertos y cientos de heridos.
La protesta recuerda las imágenes de estatuas de esclavistas y colonizadores derribadas en Estados Unidos, Bélgica, Reino Unido y Martinica, en el marco de las manifestaciones desencadenadas tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía blanco.
En Colombia, los indígenas del suroeste del país han tumbado al menos tres monumentos de conquistadores desde septiembre de 2020.
Los indígenas libran en esta región de Colombia una disputa histórica por la tierra.
Los pueblos originarios enfrentan, además, la violencia de los grupos financiados por el narcotráfico tras el acuerdo de paz que desarmó a la otrora poderosa guerrilla marxista de las FARC.
La estatua de Quesada fue levantada en 1960 en el centro de Bogotá.