Inculpado por trama golpista, Bolsonaro denuncia 'régimen autoritario' en Brasil
Las acusaciones contra Bolsonaro, de 69 años, y 33 de sus colaboradores se dan mientras presiona por anular una inhabilitación política que le impide concurrir a las presidenciales de 2026.

La Corte Suprema de Brasil comenzó este miércoles a analizar si juzga al exmandatario Jair Bolsonaro, imputado de intento de golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, una decisión que el ultraderechista atribuyó a un "régimen autoritario".
La fiscalía acusó el martes al expresidente, líder de la derecha opositora, de encabezar una organización criminal para impedir la asunción de Lula tras ganarle las elecciones en 2022.
También afirmó que Bolsonaro "aceptó" un plan para matar al izquierdista.
Las acusaciones contra Bolsonaro, de 69 años, y 33 de sus colaboradores se dan mientras presiona por anular una inhabilitación política que le impide concurrir a las presidenciales de 2026.
El juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes abrió este miércoles un plazo de 15 días para que la defensa se pronuncie sobre las imputaciones, primer paso para determinar si abre un juicio.
Bolsonaro fue acusado principalmente de "golpe de Estado", "tentativa de abolición violenta del Estado democrático de derecho" y "organización criminal armada" para mantenerse en el poder.
Puede enfrentar hasta 40 años de prisión, de acuerdo con el Código Penal.
Él niega las acusaciones.
"Todo régimen autoritario, en su ansia de poder, necesita fabricar enemigos internos para justificar persecuciones, censuras y detenciones arbitrarias", escribió el miércoles en la red social X, en su primera reacción.
"El manual es bien conocido: fabrican acusaciones vagas, dicen estar preocupados por la democracia o la soberanía y persiguen opositores", siguió Bolsonaro, que citó a países como Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Ayuda de Trump
El presidente Lula dijo que Bolsonaro y los demás acusados deberán "pagar por el error" si la justicia los halla culpables.
La acusación movilizó a congresistas opositores. Un grupo de diputados se reunió con el expresidente en Brasilia para discutir "estrategias" de defensa, dijo Carlos Jordy, uno de los presentes.
Además, el senador Rogerio Marinho, del Partido Liberal de Bolsonaro, cuestionó en el congreso la "imparcialidad" de la corte suprema, al asegurar que el juez Moraes es "enemigo y adversario" del expresidente.
La bancada oficialista también se manifestó. Los "golpistas serán castigados", anticipó la diputada Jandira Feghali.
Antes de la acusaciones, Bolsonaro había llamado a sus seguidores a manifestarse en varias ciudades el 16 de marzo en contra de Lula.
El ultraderechista está inhabilitado hasta 2030 por haber desinformado sobre el sistema de votación. Pero confía en revertir su situación con la ayuda, dijo, de su aliado, el presidente estadounidense, Donald Trump.
Este miércoles, la empresa de medios de Trump presentó una demanda por "censura" en Florida contra Moraes por suspender cuentas en redes sociales en 2024.
Entre los imputados por la fiscalía, figuran también el exministro de Defensa y candidato a vicepresidente con Bolsonaro Walter Braga Netto, el excomandante de la Marina Almir Santos y Mauro Cid, ex mano derecha del expresidente, quien tiene un acuerdo de colaboración premiada.
Algunos, como Braga Netto, están presos.
- La asonada, "último intento" -
Según la fiscalía, Bolsonaro tenía el objetivo de "no dejar el poder, o volver a él, por la fuerza".
La trama golpista no se consumó por falta de apoyo de los altos mandos del Ejército, de acuerdo con la investigación.
Los acusados hicieron "un último intento" el 8 de enero de 2023, cuando bolsonaristas atacaron las sedes de los poderes en Brasilia, "incentivados" por el expresidente y sus colaboradores, de acuerdo con la acusación.
La fiscalía también afirmó que Bolsonaro "aceptó" un plan de miembros de las fuerzas armadas que preveía el asesinato de Lula.
Según la defensa de Bolsonaro, "no se encontró ningún elemento" que conectara al expresidente con la "narrativa" de la fiscalía.
Ya inhabilitado, Bolsonaro "pierde fuerza como articulador político" en la derecha brasileña, estimó el analista Sergio Praça.
Las acusaciones resaltaron la polarización en la mayor democracia de América Latina.
El ultraderechista "puso a los militares en puestos clave para dar el golpe y beneficiarse, pero gracias a Dios no funcionó", dijo a la AFP Jorge Souza, de 69 años, en Sao Paulo.
"Hay personas que cometieron cosas peores que están libres, como Lula que fue presidente y es un expresidiario", apuntó Edson da Silva, un dibujante de 53 años.
Lula, de 79 años, estuvo preso 580 días por corrupción entre 2018 y 2019, antes de que sus condenas fueran anuladas.
Los expertos no esperan que Bolsonaro sea detenido en el corto plazo.
"No parece presentar ninguno de los requisitos de una prisión preventiva (...). Debe responder al proceso en libertad", explicó a la AFP el abogado penalista Leonardo Pantaleao.