Guaidó pide 'seguir en las calles' ante "muralla" militar de Maduro
Encabezando una nueva protesta, el líder opositor Juan Guaidó llamó este viernes a "seguir en las calles" para exigir la salida del poder del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien se escudó nuevamente en la lealtad de la cúpula de la Fuerza Armada.
"No se rindan. ¡Lo vamos a lograr!", clamó Guaidó, jefe del Parlamento, pidiendo a los manifestantes no "desmayar" aunque la concurrencia a movilizaciones antigubernamentales es lejana a la de multitudinarias protestas registradas cuando se proclamó hace cinco meses presidente encargado de Venezuela con apoyo de medio centenar de países.
"¡Sí se puede! ¡Sí se puede!", gritó la gente tras el discurso del político, que sostenía un cuatro (una pequeña guitarra típica de cuatro cuerdas) sobre el techo de una camioneta.
"Vamos a seguir en las calles agitando a toda Venezuela", prometió.
La manifestación, en rechazo a "violaciones de derechos humanos", coincidió con las tradicionales celebraciones del 5 de julio, día de la declaración de independencia del país caribeño.
La movilización esperaba llegar al cuartel de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), donde la madrugada del pasado sábado murió el arrestado capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo entre denuncias de torturas.
"Seguiré luchando como luché contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1952-1958) siendo un estudiante", dijo a la AFP Jorge Fermín, un hombre de 81 años que cargaba una pancarta con una foto de Acosta y un extracto del poema 'Oh, capitán', de Walt Whitman en homenaje a Abraham Lincoln tras su asesinato.
El acceso a la DGCIM fue bloqueado con un vehículo, conocido popularmente como "murciélago", que despliega muros de metal a manera de alas. "Pusieron un piquete (...), una muralla", protestó Guaidó.
Un pequeño grupo de manifestantes lanzó piedras y botellas contra agentes alineados detrás de la barrera. No hubo mayores incidentes.
Fuerza Armada "aceitada"
Maduro, en tanto, encabezó el habitual desfile del 5 de julio, recibiendo por enésima vez apoyo del alto mando militar.
"Cuente usted con la Fuerza Armada (...). No tenemos miedo de enfrentar a los enemigos de la patria", le dijo el almirante Remigio Ceballos.
El gobernante socialista anunció ejercicios militares en las fronteras terrestres, aéreas y marítimas para el próximo 24 de julio, a fin de "mantener aceitada" la "maquinaria" ante planes desestabilizadores que, sostiene, lidera Estados Unidos.
"Ya basta de conspiraciones" y "llamados a intervención militar y guerra", exclamó Maduro.
Washington ha recrudecido sanciones contra Venezuela, que incluyen un embargo petrolero vigente desde abril pasado.
Si bien descarta por ahora retomar contactos, Guaidó dijo no tener "miedo" a negociaciones iniciadas con delegados de Maduro en mayo en Oslo, con la mediación de Noruega; congeladas tras la muerte de Acosta Arévalo.
Ello, "siempre y cuando" sirvan para deponer a Maduro e instalar un "gobierno de transición" que convoque a "elecciones libres".
En la parada militar, Maduro aseveró, sin embargo, que la semana entrante habrá "buenas noticias" en torno a las negociaciones.
Sectores de la oposición son críticos con el diálogo, por considerar que el mandatario busca "ganar tiempo". "Con dictadores y asesinos no se dialoga", dijo a la AFP Francisco García, manifestante de 38 años.
"Siempre hay que dialogar, dialogar no significa perder, si no buscar una acción con menos pérdidas", señaló en contraste Wilfredo Corniel, sacerdote católico de 44.
"Erosión" de derechos humanos
Tras visitar Caracas del 19 al 21 de junio, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentó un informe en el que denuncia detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y torturas en Venezuela, rechazado por Caracas al considerarlo lleno de "errores".
Ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, Bachelet alertó este viernes sobre la "erosión" del estado de derecho en el país sudamericano.
De acuerdo con la comisionada, el gobierno de Maduro asumió un "nuevo compromiso" para liberar opositores presos, entre ellos el periodista Braulio Jatar y la jueza María Lourdes Afiuni.
Esperando su liberación, Afiuni declaró "inmensa gratitud" con Bachelet. "De concretarse (...), cesarían nueve años y siete meses de persecución y torturas", aseveró en Twitter la jueza, encarcelada desde 2009.
El cerco internacional contra Maduro continua cerrándose y, tras el informe de Bachelet, Chile prohibió la entrada a ese país a 100 personas "ligadas" al chavismo.