Evo Morales evalúa diez años de gestión
El presidente de Bolivia, Evo Morales, hizo el sábado un balance de diez años de gestión ante las bases cocaleras de su partido, donde destacó la lucha antidroga, "sin DEA y sin plata", y el desempeño económico del país.
Morales, que gobierna de manera continua desde enero de 2006, sostuvo que "sin DEA (oficina estadounidense antinarcóticos), sin base (militar norteamericana) y sin plata", Bolivia bajará este año, al cabo de una década, la superficie sembrada de coca de 30.000 a 20.000 hectáreas.
Por ese resultado, "somos modelo de lucha contra el narcotráfico" sin apoyo financiero de Estados Unidos, cortado desde que Evo expulsó a la DEA en 2008, recordó.
De cara a un referendo en febrero próximo, donde el pueblo decidirá si autoriza ajustes en la Constitución para autorizarle a optar por una nueva postulación, Morales evocó que "el 18 de este mes, hace diez años, hemos ganado las (primeras) elecciones con 54%".
Desde entonces, "entre elecciones y referéndum ganamos seis veces, tres con más del 50% y tres con más del 60%, eso nunca ha habido en la historia de Bolivia", señaló.
Morales, de 56 años, comenzó a gobernar en 2006 con un abrumador 54% de los votos, y revalidó el cargo dos veces consecutivas por la vía electoral: en 2010, luego de obtener el 64% de apoyo, y en 2015 con el 60% de los sufragios. Su actual mandato concluye en 2020.
Respecto del peor escándalo de corrupción en su gobierno, todavía en curso y que provocó el encarcelamiento preventivo de varios dirigentes de su partido, entre ellos una exministra, Evo sostuvo que "nunca hemos protegido ni vamos a proteger a los corruptos".
Morales llamó a sus correligionarios a coadyuvar con la justicia, en contraste, según dijo, con dirigentes de la oposición que "roban, escapan y se declaran perseguidos políticos".
El mandatario destacó también el desempeño de la economía de su país, que crecerá este año en 5,23%, según previsiones oficiales.
Bolivia ha mantenido un crecimiento económico sostenido en los últimos años y se encuentra entre los mayores de la región.
Un reciente informe del FMI sobre la economía boliviana destacó su estabilidad y los logros en la reducción de la pobreza y la desigualdad; sin embargo, alertó sobre el impacto en las políticas sociales a causa del desplome de los precios de las materias primas, pronosticando un menor crecimiento en el mediano plazo.