Empresarios respaldan de nuevo a Bolsonaro, aunque con reservas
Sao Paulo, Brasil/Los empresarios brasileños continúan apoyando al presidente Jair Bolsonaro en vísperas de las elecciones de octubre, aunque su gestión ha generado reservas, a la vez que el sector ve con recelo un retorno del izquierdista Lula da Silva.
En busca de la reelección, el mandatario ultraderechista concentra 62% de la intención de voto del empresariado, lejos del 24% de su rival, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, según un sondeo del Instituto Datafolha difundido el jueves.
Esa preferencia contradice la del electorado en general, donde Lula reúne 47%, con ventaja de 14 puntos porcentuales, conforme a la encuesta.
Los empresarios valoran especialmente el avance en la agenda neoliberal del gobierno de Bolsonaro, quien prometió en 2018 achicar el Estado, destacan analistas.
Liderada por el ministro de Economía, Paulo Guedes, esa política se refleja en privatizaciones como la de la compañía eléctrica Eletrobras, y numerosas concesiones, como la otorgada en saneamiento a la empresa Aguas do Rio.
Los empresarios apreciaron además la reforma del sistema de pensiones y el impulso de una reforma tributaria, pendiente en el Congreso.
"Prefiero una agenda liberal, porque la iniciativa privada es la que genera empleos e impulsa la economía", sostiene, sin revelar su voto, Joao Cox, miembro de consejos directivos de varias compañías, como Embraer.
Repunte económico
Los pequeños empresarios valoran por su parte que Bolsonaro se opusiera a los cierres por el covid, que mató a más de 685.000 personas en Brasil, según Daniela Campello, especialista en ciencia política de la Fundación Getulio Vargas.
El repunte económico pospandemia también juega a favor del presidente en este sector.
La mayor economía latinoamericana creció 4,6% en 2021 tras caer en 2020 y el mercado proyecta una expansión de 2,65% este año.
El empresariado, además, ve con recelo la alternativa a Bolsonaro: un 70% rechaza al expresidente Lula (2003-2010), según Datafolha.
Las preocupaciones aluden a "un mayor intervencionismo económico y su compromiso con los trabajadores", incluso con promesas de revisar la reforma que flexibilizó algunos derechos laborales en 2017, analiza Campello.
El agro, bastión bolsonarista
Por sectores, el agronegocio sigue siendo el gran bastión bolsonarista. En los festejo del día de la Independencia, el 7 de septiembre, una columna de tractores participó en el tradicional desfile militar en Brasilia.
De hecho, el principal donante particular de la campaña de Bolsonaro (un millón de reales, USD 195.000) es el productor de granos Oscar Cervi.
El sector, que aporta casi 28% del PIB, destaca avances en infraestructura logística y un buen desempeño pese a la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania, dice Luiz Carlos Correa Carvalho, presidente de la Asociación Brasileña del Agronegocio.
Y es clave la postura de Bolsonaro contra los reclamos indígenas en la disputa legal sobre tierras agrícolas, en manos del Supremo Tribunal Federal (STF).
Lula "dejó claro que apoya la invasión de tierras y hasta tildó al agro de 'derechista y fascista', por lo que el productor lo considera una amenaza", indica Correa Carvalho.
Otro temor del agro es que Lula decida imponer "impuestos a las exportaciones", siguiendo el modelo del gobierno de Argentina, añade un consultor bajo anonimato.
Silencios y divisiones
El grupo de fieles al presidente incluye además un puñado de empresarios -con el millonario Luciano Hang a la cabeza-, investigados por el STF tras conversaciones a favor de un golpe de Estado en caso de derrota electoral.
Pero también hay detractores. Por ejemplo, Luis Stuhlberger, un exitoso empresario, quien aseguró que "nunca más" votará al "psicópata" Bolsonaro.
"El apoyo del empresariado está más dividido" ahora que en 2018, explica Christopher Garman, director ejecutivo para las Américas de Eurasia Group.
Grandes asociaciones empresariales, entre ellas las de la industria automotriz, química y de comercio exterior, se manifestaron a la AFP "apartidarias", tras apoyar públicamente a Bolsonaro en el pasado.
También hubo gestos atípicos, como la difusión de un manifiesto en defensa de la democracia como respuesta a los ataques de Bolsonaro al sistema electoral por parte de la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp) y rubricado por la Federación de Bancos Brasileña (Febraban).
Según Garman, Bolsonaro perdió además "credibilidad por su manejo fiscal (aumentando el gasto) y una pésima reputación internacional por cuestiones ambientales".
Eso, dice el analista, acabó inclinando a algunos líderes de multinacionales e inversores extranjeros hacia Lula.