Ecuador captura a capo fugado de una cárcel y señalado de amenazar a la fiscal
Quito, Ecuador/Un líder criminal acusado de amenazar de muerte a la fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, fue capturado el lunes, tres meses después de su fuga en medio de una violenta arremetida narco en el país.
Junto a cuatro personas, entre ellos dos reos que escaparon de la misma prisión y una hermana suya, el ecuatoriano Colón Pico fue detenido en un sector del pequeño poblado de Puerto Quito, a 160 km al noroeste de la capital.
"Hoy tenemos tres recapturados. Todos sabemos lo que significa Colón Pico, se volvió un símbolo" dentro del crimen organizado, expresó en rueda de prensa conjunta la ministra de Interior, Mónica Palencia, pieza clave del gobierno en su guerra contra las bandas narco.
Alias capitán Pico, uno de los capos de la agrupación Los Lobos y considerado un "objetivo de alto valor" por las autoridades, se fugó de una cárcel de Riobamba, en el centro andino, el 9 de enero en medio de una fuerte arremetida narco que dejó una veintena de muertos. La embestida llevó al presidente Daniel Noboa a declarar el estado de excepción, que duró 90 días y le permitió movilizar a los militares a las calles.
Las autoridades sospechan que Los Lobos participaron en el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, baleado en agosto pasado por sicarios colombianos al salir de un mitin de campaña en Quito.
Fotografías de la captura muestran a Pico con el cabello teñido de rubio, esposado y rodeado de uniformados.
"Recibidos a bala"
Durante la captura, los uniformados "fueron recibidos a bala" cuando trataban de entrar a una finca cacaotera donde estaba el fugitivo, indicó el comandante de la policía, general César Zapata.
Pico había sido detenido el 5 de enero acusado del delito de secuestro (al hijo de un narcotraficante) y de urdir un plan para asesinar a Salazar, la fiscal que destapó los nexos del narco con políticos, jueces y entidades del Estado.
Tras el golpe a Los Lobos, las autoridades buscan todavía al líder de Los Choneros, una de las mayores bandas del país, fugado de una prisión del puerto de Guayaquil (suroeste). Adolfo Macías, alias "Fito", estaba preso desde 2011, condenado a 34 años de cárcel por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
La ausencia de Fito, quien no ha sido recapturado, fue detectada durante una inspección de la fuerza pública en la penitenciaria el 7 de enero.
"No vamos a descansar hasta tenerles en las rejas a todos estos terroristas que están causando problemas", manifestó Zapata.
La fuga del cabecilla de Los Choneros desencadenó varias jornadas de terror en Ecuador, ante lo que Noboa declaró el conflicto armado interno y ordenó a las Fuerzas Armadas doblegar a una veintena de agrupaciones consideradas "terroristas" y "beligerantes".
En esos días de enero las bandas embistieron con violencia en respuesta a las medidas excepcionales del gobierno, con amotinamientos en prisiones, ataques contra la prensa, detonaciones de autos bomba y la retención temporal de unos 200 guardias carcelarios y policías dentro de las prisiones.
La prioridad: seguridad
La recaptura de Pico se produjo luego del referendo del domingo, en el que el gobierno logró el apoyo para fortalecer su guerra contra el crimen organizado con la extradición de ecuatorianos a otros países y el incremento de penas para delitos como terrorismo, narcotráfico y sicariato.
"El pueblo nos habló de manera clara y concisa, y nos dijo que su prioridad es la seguridad, y estamos trabajando en ello", dijo la ministra Palencia.
Según la jefa de la cartera, la seguridad ha mejorado a pesar de que se registraron 92 homicidios en la última semana: dos alcaldes fueron asesinados entre miércoles y viernes en una zona minera, donde operan Los Lobos, y el director de una cárcel también murió en un atentado el domingo.
En la primera semana de enero se produjeron unas 200 muertes.
Ecuador está en medio de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, y hace años dejó de ser una isla de paz para convertirse en un punto estratégico para las operaciones de bandas con nexos con carteles de México y Colombia, así como con la mafia albanesa.
La violencia entre las agrupaciones que se disputan el poder generó el récord de 43 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2023. Las cárceles, controladas desde enero por militares, han sido escenario de cruentos enfrentamientos entre bandas en los que han muerto más de 460 presos desde 2021.