Derrota en comicios locales obliga al gobierno de Bolivia a negociar, según analistas
La Paz/La izquierda gobernante en Bolivia tendrá que negociar tras su derrota en los comicios locales del domingo, cuatro meses después de su regreso al poder con el presidente Luis Arce, delfín de Evo Morales, valoraron este lunes analistas.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) sufrió un duro revés cuando las alcaldías de las cuatro principales ciudades de Bolivia -La Paz, El Alto, Santa Cruz (este) y Cochabamba (centro)- quedaron en manos opositoras, según proyecciones de dos canales de televisión. Los resultados oficiales se conocerán el viernes o sábado.
"El MAS ha salido, tanto en elecciones municipales como de gobernaciones, perdedor, ha perdido estas elecciones, es un duro revés para Evo Morales y Arce", afirmó a la AFP el profesor de Ciencias Políticas, Carlos Cordero.
Por su lado, el analista Carlos Borth afirmó que "el MAS ha sufrido un revés que tiene efectos internos remarcables" y dentro del partido evaluarán seguramente de quién es la culpa.
El MAS cedió además las alcaldías de Oruro (oeste), Potosí (suroeste), Tarija (sur) y Trinidad (noroeste). Sólo ganó en Sucre (sureste) y Cobija (norte).
Los alcaldes se deciden en primera vuelta por mayoría simple.
Tres de nueve gobernaciones
De las nueve gobernaciones del país, el MAS aseguró solo tres -Cochabamba, Oruro y Potosí-, según las proyecciones.
Perdió Santa Cruz y deberá ir a segunda vuelta el 11 de abril en La Paz, Chuquisaca (sureste), Tarija, Beni y Pando, con pronósticos poco alentadores.
"Bajamos entre 15 a 20%" respecto a las elecciones generales de 2019 y "esto no es novedad", pues ha ocurrido antes, reconoció el presidente oficialista del Senado, Andrónico Rodríguez.
Estos resultados "nos van a llamar a la reflexión y ajustar muchos errores dentro del MAS, si ha habido mal cálculo", señaló en rueda de prensa.
Arce ganó las elecciones generales de octubre pasado en primera vuelta, con el 55% de los votos.
¿Ingobernabilidad?
Es posible que Arce opte por mantener "una relación fría y distante" con los alcaldes y gobernadores opositores, dijo Cordero, profesor en las universidades Católica y Mayor de San Andrés.
Pero advirtió que en ese caso "la ingobernabilidad será para Luis Arce, porque los alcaldes y gobernadores elegidos tienen apoyo ciudadano".
"Si el gobierno central excluye o no dialoga con los gobiernos subnacionales, la conflictividad va a ser contra el gobierno, porque los ciudadanos van a apoyar a sus autoridades locales y departamentales", agregó.
Arce pronunció este lunes un discurso en un acto por el Día Internacional de la Mujer, pero no hizo mención al resultado de los comicios.
Fue precisamente una mujer la que propinó al MAS uno de los mayores golpes: Eva Copa, exdirigente del MAS y exjefa del Senado, ganó la alcaldía de El Alto, la ciudad vecina a la Paz, tradicional bastión electoral de Morales.
"Agradezco a Evo Morales [...] y le pido que escuche a su pueblo, y que acepte las críticas constructivas", declaró este lunes Copa, quien consiguió el 66,8% de los votos, según las proyecciones, frente al 19,9% del candidato del MAS, Zacarías Maquera.
Arce, Morales y otros dirigentes del MAS proclamaron en la campaña que los candidatos opositores habían apoyado el "golpe de Estado" que según ellos sacó al líder indígena del poder en 2019, pero eso no salvó al partido de la derrota.
Morales (2006-2019) renunció a su cargo tras una revuelta social empujada por denuncias opositoras de un fraude en las elecciones de octubre de 2019.
Disturbios aislados
El comandante de la Policía, el general Johnny Aguilera, informó este lunes que los comicios se desarrollaron de manera tranquila en casi todo el país, salvo en cinco poblados donde hubo disturbios con quema de papeletas de votación.
Los incidentes ocurrieron en las comarcas de El Sena y Santa Rosa, en el departamento de Pando, y en Colpa Bélgica, San José de Chiquitos y Pailón, en la región de Santa Cruz.
En todos los casos los lugareños protestaron porque algún candidato trasladó supuestamente a votantes de otros lugares para aumentar su caudal electoral.
Aguilera dijo que la policía investiga estas denuncias.
Unos 7,1 millones de bolivianos, de una población de 11,5 millones, estaban llamados a votar, obligatorio por ley en el país.