Denuncia de acoso sexual agudiza la polémica por nepotismo en el Gobierno paraguayo
Ciertas designaciones en las delegaciones extranjeras han levantado una polvareda de críticas al presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, en lo que se interpreta como el pago de favores a políticos sin preparación para esos cargos y que detonó con una denuncia por acoso sexual a un cónsul del oficialismo.
Las críticas por supuesto nepotismo alcanzaron su mayor dimensión anoche en la persona de Héctor Figueredo, designado en noviembre cónsul de Buenos Aires, y que entonces admitió que desconocía las funciones que debía desempeñar.
Aunque su nombramiento fue objeto de críticas, fueron recordadas hoy tras la renuncia de Figueredo, después de que una paraguaya de 24 años denunciara que lo había invitado a pasar la noche juntos, tras acudir a la embajada paraguaya para preparar un encuentro juvenil.
La joven afirmó en su cuenta de Facebook sentirse "denigrada" por la "total falta de respeto" de Figueredo hacia ella y "hacia todas las mujeres", a quienes cree que "puede poseer a su voluntad, haciendo uso de su nombramiento para satisfacer sus perversiones".
Figueredo renunció este jueves, horas después de que se lo solicitara la Cancillería, que anunció su reemplazo por una funcionaria de carrera.
Precisamente la designación de Figueredo se ha visto como una violación de la Ley del Servicio Diplomático, que estipula que ese cargo es para funcionarios de carrera.
Y como un premio a su trabajo por la candidatura de Abdo Benítez a las elecciones generales del pasado abril desde el departamento de Paraguarí, donde Figueredo ejerció de concejal.
Figueredo era hasta entonces un "seccionalero", un alto cuadro de las secciones o sedes del Partido Colorado, la formación hegemónica del país.
Su caso explotó en una semana en la que se han cuestionado los nombramientos en consulados de las hijas de dos importantes políticos del Partido Colorado.
Se trata de Leila Afara, hija del senador Juan Afara, quien fue vicepresidente en el Gobierno de Horacio Cartes (2013-2018), y de Carolina D'Ecclesis, hija del diputado Freddy D'Ecclesis
La primera fue designada oficial en el consulado en Miami y la segunda en el de Río de Janeiro.
Sus padres son referentes de Colorado Añetete, el movimiento interno del Partido Colorado que preside Abdo Benítez, y que está enfrentado a Honor Colorado, de Cartes.
Afara se desligó de Cartes en vísperas de las elecciones para dar su apoyo a Abdo Benítez, que este mes cumple medio año como presidente.
Además de las acusaciones de nepotismo, desde algunos medios locales se critica la pobre imagen que generan en el exterior episodios como el de Figueredo y otros anteriores.
En octubre renunció el director de Migraciones, Juan Vega, precisamente durante un evento en Taiwán y al ser denunciado por una traductora taiwanesa por un presunto delito de "conducta sexual inadecuada".
Según los analistas, los casos se enmarcan en el clientelismo y prebendarismo que rige la política paraguaya y que se expresa en el reparto de cargos a familiares y aliados del Gobierno de turno en cuanto este se estrena en el poder.
La práctica tampoco escapa a formaciones fuera del poder, con designaciones aceptadas como "premios" electorales que en su momento recayeron en políticos también sin la exigida preparación.
En julio, los medios se hicieron eco de las declaraciones de Neri Olmedo, del Partido Liberal, el mayor de la oposición, que en agosto obtuvo un escaño en el Parlasur, el Parlamento del Mercosur, tras ser nombrado candidato por esa formación.
Olmedo, sin currículum como legislador, reconoció no saber con exactitud los mecanismos ni las funciones de ese Parlamento, unas declaraciones que se hicieron virales en Paraguay.
La Secretaria de la Función Pública expresó este mes la necesidad de una reforma de la ley de la Función Pública para desterrar esos "pagos políticos".
Incluso voces del coloradismo, sin desconocer la potestad del jefe del Ejecutivo en elegir representantes en el extranjero, recomiendan mayor exigencia en esas designaciones.
