Curiosidades en el mundo: el palacete perdido que inspiró al autor de ‘El Principito’

Concordia, Argentina/Se encuentra a la vera del río Uruguay, en la ciudad de Concordia en Argentina. San Carlos, el castillo que podría ser el sitio donde el aviador y escritor francés Antoine de Saint-Exupéry se inspiró para escribir su famosa novela “El Principito”.

"Un día, de manera fortuita, Antoine de Saint-Exupéry volando exactamente por aquí arriba tiene un problema de motor, su avión, se vio obligado a aterrizar en un campo colindante aquí al parque San Carlos”, dijo Paulo Tisocco, director de la reserva natural Parque San Carlos.

Para muchos, la experiencia le sirvió de inspiración para la famosa obra que cuenta la historia de un piloto que cae en el desierto, donde conoce a un pequeño príncipe proveniente de otro planeta.

"En este castillo como así le decimos los concordienses, vivía esta familia de franceses, la familia Fuchs Valon, y dos niñas que vivían aquí le salen al encuentro cuando él tiene ese accidente y le hablan en su lengua natal, lo cual para él le fue muy novedoso. Ahí nace digamos de una forma epifánica esta relación entre el escritor y estas chicas francesas que vivían aquí, que van a ser la fuente de su inspiración para luego escribir El Principito", contó Tisocco.

En sus escritos el aviador, que terminó quedándose algunos meses en el lugar, se refiere a las hermanas como las "princesitas argentinas".

Y habla del zorro domesticado que tenían, y de las serpientes y los palo borrachos, árboles de la familia de los baobabs, que se ven en la zona y aparecen en el libro.

"La selva, el río, el rumor del río cuando está bajo, nuestra proximidad con el Uruguay y... este cuento de ensoñación es la idea perfecta como para poder contar una historia de amor, una historia que nos conecta con lo universal como es El Principito, ¿no es cierto?", destaca Tisocco.

“El Principito” fue publicado en 1943, ha sido traducido a cientos de idiomas y es considerado uno de los libros más vendidos de todos los tiempos.

Lo que quedó de este palacete fue recuperado por la municipalidad de Concordia en 2014, luego de décadas de saqueos y abandono tras un incendio en 1938.

Ahora funciona como museo y el “El Principito”, de pie sobre su célebre asteroide, reina icónico sobre el parque.