Argentina celebra dividida el 1 de mayo con Rousseff y críticas a Macri
La política Argentina celebró el 1 de mayo con división entre los convocantes y la presencia de la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, en una jornada en la que el contenido político lo centró un año más la crítica al Gobierno de Mauricio Macri.
Mientras la Confederación General del Trabajo (CGT), de orientación peronista, organizó un acto en el que estuvo presente la exmandataria brasileña, las organizaciones de izquierda llamaron a marchas y concentraciones por el Día de los Trabajadores.
En la Plaza de Mayo del centro de Buenos Aires tuvo lugar una manifestación del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), que marchó junto a colectivos de trabajadores estatales despedidos o inmersos en conflictos laborales con la administración.
El diputado del FIT Nicolás del Caño declaró a Efe que se movilizaron para mostrar su oposición al "ajuste" del Gobierno de Macri, a los 'tarifazos' (los aumentos de los precios de los servicios públicos aprobados por el Ejecutivo) y a la reforma laboral que será debatida en los próximos meses.
"También vamos a plantear la unidad de los trabajadores y los pueblos en América Latina contra la derecha que está avanzando en el continente", expresó el legislador.
Los reclamos feministas también tuvieron un lugar central en el acto, en especial la despenalización del aborto, en medio de la tramitación parlamentaria iniciada por el propio Gobierno.
"El movimiento de lucha de las mujeres en todo el mundo y en particular en Argentina tiene lugar cada vez más preponderante y más importante, por eso en el día de los trabajadores es tan importante plantear la unidad de esa lucha feminista con la lucha de la clase trabajadora", afirmó Nicolás del Caño.
Otras formaciones de izquierda sin representación parlamentaria realizaron una concentración frente al Congreso argentino, y organizaciones sociales de la "economía popular" se movilizaron en el centro de la capital argentina y llevaron a cabo "ollas populares", para reivindicar, entre otros puntos, que se decrete la emergencia alimentaria o un cupo de obra pública para cooperativas.
Dilma Rousseff, que participó en varios actos en Buenos Aires, denunció el "golpe" que supuso la encarcelación del exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y aseguró que será elegido presidente en las próximas elecciones "libre o preso".