Aparente normalidad en Quito mientras siguen los disturbios en la sierra

Decenas de policías ecuatorianos acordonan este lunes una calle aledaña al Palacio de Gobierno (Carondelet), con la ayuda de dos tanquetas del Ejército, en Quito (Ecuador). / EFE
Efe
07 2019 - 11:09

La normalidad parecía regresar este lunes a Quito, donde la afluencia de vehículos eran bastante mayor que en días anteriores, mientras en la Sierra ecuatoriana siguen los disturbios entre indígenas y fuerzas del orden, en el marco de las protestas desatadas por las medidas económicas del Gobierno.

La carreteras de la parte norte de Quito contaban con una circulación de autos casi regular, si bien el transporte público seguía siendo muy limitado pese al levantamiento del paro de transportistas el viernes y a que la Alcaldía anunció que multaría a aquellos que no retomasen sus servicios.

Testigos dijeron a Efe que el servicio municipal de transporte seguía funcionando, no así los de carácter privado.

La normalidad solo se veía rota en la capital en la avenida Panamericana Norte, cerrada al amanecer a la altura del sector de Calderón por varias decenas de manifestantes que quemaron neumáticos y obstaculizaron el tráfico, así como en otras dos ubicaciones.

Y también por la cancelación de las clases en todos los colegios, lo que ha dejado en casa a miles de niños y en muchos casos también a sus padres.

La decisión la tomó el Gobierno ante la persistencia de las amenazas de bloqueos de carreteras por las protestas que estallaron el jueves a raíz de la subida del precio de los combustibles y que llevaron al presidente a declarar el estado de excepción por sesenta días.

En un comunicado a última hora del domingo, el Gobierno apuntó que la normalidad había retornado paulatinamente a la gran mayoría de provincias del país, pero que se tomaba para "garantizar la seguridad y precautelar la integridad de niñas, niños y adolescentes".

Normalidad también se registraba en los entornos de la Presidencia, una zona en el casco antiguo de la ciudad y foco de las violentas manifestaciones el jueves y viernes.

La Plaza Grande, donde se encuentra la sede de Gobierno, está acordonada desde hace varios días, con la Policía y el Ejército montando guardia en los accesos.

La noche del domingo, un pequeño contingente de militares boinas rojas (fuerzas especiales paracaidistas) se desplegó en los alrededores del Palacio como medida de precaución pero su poca discreta llegada en sendos transportes blindados de personal (TBP) llamó la atención de la población.

La difusión por redes sociales de vídeos con su llegada al casco antiguo generó cierta alarma y el falso temor a una salida de los militares a las calles.

Un alarma que disipó el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, en un mensaje por cadena nacional, en el que también dijo que había un abastecimiento casi regular de alimentos en las principales ciudades.

Según el funcionario, no existe en el país un problema de desabastecimiento por el corte de las vías de los manifestantes, pero reveló que un avión Hércules C 130 había tenido que trasladar 18 toneladas de víveres a Cuenca.

Ello porque las zonas más afectadas por las protestas son desde el sábado las de la sierra andina, donde grupos indígenas han cortado las vías y se han enfrentado al Ejército.

Por el momento, los disturbios se han cobrado la vida de una persona en un accidente de tráfico durante una protesta y los detenidos ascienden a 477.

Obstaculizaciones y disturbios leves se registraban este lunes en las provincias de Cotopaxi, Tungurahua e Imbabura, todas en la Sierra.

El movimiento indígena tiene programado sumarse a las protestas en Quito el miércoles y las fuerzas del orden ya han tomado medidas para bloquearles el paso.

Mientras, sigue retenido por los indígenas el medio centenar de soldados y policías que fueron interceptados el fin de semana dentro de una nueva estrategia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) para proteger sus jurisdicción en tierras ancestrales.

En un corto mensaje por cadena nacional, el presidente Lenín Moreno mostró su disposición a dialogar con este colectivo, aunque estos han rechazado su mano y aseguran que la protesta es por tiempo indefinido.

El fin de semana los colectivos indígenas de Ecuador elevaron el tono de su protesta en medio de la expectativa de su llegada a Quito, donde esperan llegar hasta la Presidencia.

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