Separan a siameses de cinco meses en la Florida
Por primera vez en sus cinco meses de vida, los gemelos siameses Carter y Conner durmieron en cunas separadas.
Los niños de Jacksonville que compartían hígado e intestino delgado, fueron separados de manera exitosa el jueves, luego de una operación de 12 horas realizada por tres cirujanos, cinco anestesiólogos y otros 12 miembros del personal.
Para sus padres, Michelle Brantley y Bryan Mirabal, la agitación en sus vidas rápidamente fue ocupada por el temor y la esperanza de que a sus gemelos pudieran separarlos con éxito.
Después del procedimiento no paraban de sonreír.
"Fue algo grandioso, caminar por primera vez a la cuna, y luego finalmente me di cuenta que solo veía a Carter", comentó Mirabal. "Y luego pensé: '¡Tengo a otro bebé aquí!'''.
El doctor de Brantley les dio la noticia a los cinco meses de embarazo: Sus mellizos estaban fusionados desde el pecho hasta el vientre.
"Fue algo abrumador, inquietante y muy triste", admitió. "Rezamos mucho y contamos con la familia y el apoyo para salir adelante".
El día del parto de Brantley, la realidad los golpeó.
"Fue algo muy intimidante", comentó Mirabal.
Al poco tiempo, los doctores le informaron a la pareja de que sus hijos tenían una buena oportunidad de sobrevivir a la cirugía de separación, ya que Connor y Carter compartían órganos que podían ser separados.
Compartían el hígado, conductos biliares y parte de su intestino delgado. Si hubieran compartido un corazón o un cerebro, sus opciones eran mucho más limitadas, comentó el doctor Daniel Robie, jefe de cirugía pediátrica del Hospital Infantil Wolfson en Jacksonville.
"Los separamos y luego los reconstruimos para que cada uno de ellos tenga órganos que funcionarán normalmente", explicó Robie.
Aun así se presentaron obstáculos. A los doctores les preocupaba la gran pérdida de sangre durante la separación del hígado, admitió Robie.
Así que los cirujanos y sus equipos pasaron meses preparándose. Realizaron simulacros y esquemas médicos para estudiar las zonas compartidas.
El lunes los mellizos estaban en condición crítica pero estable, de acuerdo con el hospital. Estarán internados al menos un mes más.
Weary estaba optimista mientras que Brantley y Mirabal comenzaban a pensar en todas las rutinas que tienen que pasar los padres primerizos. Están comprometidos y afirman que esta situación los unió más.
"Estamos empezando a hacer cambios en la casa, instalando las cunas", comentó Mirabal, de 26 años y que trabaja como pintor de casas. "No habíamos comenzado con nada de eso por lo que nos habían dicho que podía pasar (en la cirugía)".
Brantley señaló que celebrarán cumpleaños y harán una fiesta cada año para festejar la fecha en la que los niños fueron separados.
"Guardaré alguna de la ropa que la gente les hizo cuando estaban unidos, para mostrárselas cuando sean grandes", dijo la madre.