Rusia lucha contra una incursión ucraniana en una región fronteriza

Rusia luchaba el martes contra una incursión en una región fronteriza con Ucrania, tras varias operaciones similares reivindicadas en los últimos meses por un grupo de combatientes proucranianos, dijo el Ministerio de Defensa de Moscú.

El gobernador interino de la región de Kursk, Alexéi Smirnov, informó en Telegram que cinco civiles murieron durante el día en ataques ucranianos en esa región rusa.

"El enemigo ha vuelto a intentar hoy penetrar en el territorio de la región de Kursk", indicó el ministerio ruso de Defensa el martes por la noche en un comunicado.

"Los disparos de artillería, los ataques de la aviación militar y de drones de ataque causan daños al enemigo", añadió, usando una formulación que sugiere que la incursión sigue en curso.

En un mensaje precedente difundido en Telegram, el ministerio aseguraba que las fuerzas ucranianas estaban siendo repelidas de territorio ruso, pero esta afirmación desapareció en el último comunicado.

En un breve video publicado en la misma plataforma, y que se presentó como grabado el martes durante estos combates en la frontera, se ve desde el cielo cómo un tanque ucraniano recibe el impacto de un proyectil.

Previamente, Rusia había anunciado el envío de fuerzas de reserva para contrarrestar la incursión de las fuerzas ucranianas que, según Moscú, contaban con 300 soldados, 11 tanques y una veintena de otros vehículos blindados.

El ministerio ruso asegura que han destruido 16 vehículos de este tipo.

Según el gobernador Smirnov, los combates tienen lugar en los distritos rusos de Sudjan y de Korenevski. "La artillería y la aviación golpean al enemigo" ucraniano, aseguró.

Consultado por la AFP, un portavoz del ejército ucraniano se negó a comentar sobre la situación en la frontera.

Las fuerzas rusas "fracasan en su defensa" de la región de Kursk, aseguró Andri Kovalenko, un funcionario del consejo nacional de seguridad y defensa ucraniano, sin dar más detalles.

El gobernador ruso también reportó el martes "bombardeos masivos" y ataques de drones ucranianos dirigidos a su región, que causaron al menos tres muertes de civiles y 13 heridos, incluidos cuatro niños.

En un mensaje por la tarde acusó a Ucrania de golpear con un dron una ambulancia, en la que murieron el conductor y un enfermero y resultó herido un médico.

Presión en las zonas fronterizas

Desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania en febrero de 2022, se han producido varias incursiones de combatientes armados en territorio ruso.

En múltiples ocasiones han sido reivindicadas por la "Legión Libertad de Rusia" y el "Cuerpo de Voluntarios Rusos", grupos que se presentan como combatientes rusos partidarios de Kiev y clasificados como "organizaciones terroristas" por Moscú.

Sus operaciones aumentan la presión sobre las localidades rusas cercanas a Ucrania, sometidas regularmente a bombardeos mortales en represalia por los ataques rusos en el territorio ucraniano.

Las fuerzas rusas afirman haber repelido estas incursiones en cada ocasión, aunque en ocasiones les han obligado a usar su artillería y su aviación.

En mayo, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó una ofensiva contra la región de Járkov, en el noreste, con el objetivo de crear una zona tampón y proteger así su territorio cerca de Ucrania, aunque por ahora sin el efecto deseado.

En el sur, las autoridades prorrusas de la región parcialmente ocupada de Jersón informaron de otro ataque ucraniano en el istmo de Tendra, en el mar Negro.

Según Vladimir Saldo, un responsable de la ocupación rusa, las tropas de Kiev desembarcaron con 12 lanchas apoyadas por drones de ataque.

"Tres embarcaciones fueron destruidas y hundidas con sus tripulaciones, mientras que las otras se batieron en retirada tras sufrir pérdidas", afirmó.

En el frente oriental fue Rusia el que reivindicó avances con la toma del pueblo de Tymofiivka, situado en dirección a la ciudad de Pokrovsk.

Las fuerzas rusas han ganado terreno en las últimas semanas en ese sector y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha reconocido que la situación allí es "difícil".