El ojo turco, un unicornio y el ‘paquetito’, los regalos navideños de Pablo Escobar
Narcotráfico
Una moneda de oro dentro de una bolsa roja de terciopelo era parte los obsequios del narcotraficante a sus familiares para las fiestas de fin de año.
Pablo Emilio Escobar Gaviria fue un narcotraficante, terrorista, político colombiano y por supuesto, el fundador y principal líder, de 1980 a 1993, de lo que era una peligrosa y poderosa organización criminal conocida como el Cartel de Medellín.
Pablo Escobar y el Cartel de Medellín lograron monopolizar todos los aspectos del tráfico de la cocaína, desde su producción hasta su consumo. Controlaron más del 80% de la producción mundial y el 60% del mercado en Estados Unidos.
Escobar, considerado el más peligroso criminal de su época, acumuló una inmensa fortuna, que se estima que llegó a los 8 mil millones de dólares, entre bienes y efectivo. Inclusive la revista Forbes durante siete años consecutivos, lo consideró en la lista de los hombres más ricos del planeta.
Aunque las cifras varían, a Escobar y el Cartel de Medellín se les responsabiliza de más de 600 atentados y cerca de 5 mil asesinatos.
Los allegados a Pablo Escobar confirman una cosa, que para el peligroso capo de la droga no había festividad más grande que la de Navidad.
Oraciones para evitar a la DEA
En nota del diario colombiano El Tiempo se recordó algunos de los ritos y regalos excéntricos que realizaban Escobar.
Pablo Emilio Escobar dedicaba tiempo para rezarle al Niño Jesús de Atocha a quién le encomendaba para evitar fuese capturado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
También le pedía al santo que sus rivales directos en el narcotráfico no lo asesinaran.
Casas, arbolitos, y canchas de fútbol
Los regalos colectivos, en especial a las clases de escasos recursos de Medellín, hizo a Pablo Escobar ser querido y hasta venerado.
Aproximadamente, construyó 50 canchas de futbol, las cuales entregaba en Navidad a los jóvenes, junto con muchos otros regalos.
También mando a construir decenas de casas para gente de escasos recursos y regalaba regaló arbolitos de Navidad a las familias. Con estos obsequios obtuvo el cariño de centenares de personas, además de una evidente colaboración en momentos claves.
El “paquetito”
Los relatos de los allegados de Escobar aseguran que nunca dejó de entregar regalos a su familia durante las navidades, siendo el más emblemático el conocido “paquetito”, el cual entregaba “para que el año nuevo nos los tomara desprevenidos”.
Laura Escobar, sobrina de Pablo, contó en una entrevista a Telemundo que el "paquetito" era una bolsa roja hecha de terciopelo que entre las cosas que tenía estaban: un ojo turco (nazar), una moneda de oro, un pedazo de piedra y algún objeto de color dorado.
Una bolsita roja, de terciopelo, con un cordoncito dorado, y dentro de ella hay cinco elementos: salud, abundancia, prosperidad, amor y gratitud”.
¿Y el unicornio?
Entre la realidad y el mito está la navidad en que Escobar para sorprender a su hijaManuela le quiso regalar un “unicornio”.
En realidad, le regaló un caballo ordinario, el cual hizo transformar en un unicornio, según versiones de la prensa colombiana. Se afirma que Escobar le mandó a colocar un cuerno al caballo y alas elaboradas con papel.
En un video en publicado en Youtube, uno de los principales sicarios de Escobar, el fallecido John Jairo Velásquez, alias Popeye, contó que debido a que al caballo le fue incrustado el cuerno en su frente y las alas, terminó muriendo al presentar infecciones en su piel por los objetos colocados por la fuerza.
La viuda del patrón del Cartel de Medellín, Victoria Henao, en su libro “Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar”, desmintió el obsequio del “unicornio”.
Henao asegura que su esposo le regaló una yegua de color negro a Manuela, pero sin ningún tipo de objeto incrustado en su cuerpo, pero que su hija nunca lo pudo disfrutar ya que siempre se escondían de posibles ataques.
La viuda de Escobar indicó que la yegua se quedaba en la emblemática finca del capo, la Hacienda Nápoles.
El 2 de diciembre de 1993, Pablo Escobar murió tras ser abatido fue a tiros por el Bloque de Búsqueda sobre el techo de una casa del barrio de Los Olivos, en el occidente de Medellín. Su muerte ocurrió un día después de cumplir 44 años de edad, faltaban 23 días para Navidad.
Datos tomados de El Heraldo, El Tiempo y Prensa Libre