Queda en libertad importante exjefe paramilitar en Colombia
Autoridades penitenciarias reportaron el viernes la libertad por pena cumplida de un ex cabecilla de las temidas bandas paramilitares de Colombia.
Se trata de Rodrigo Pérez Alzate, conocido con el alias de "Julián Bolívar", quien aceptó haber participado en centenares de delitos como homicidio, reclutamiento de menores, lavado de activos, desplazamiento forzado y actos de barbarie, entre otros.
El otrora paramilitar recuperó la libertad tras permanecer en la cárcel de Itagüí, un municipio aledaño a Medellín, la segunda ciudad en importancia del país y a 250 kilómetros al noroeste de Bogotá, informó por teléfono a The Associated Press el estatal Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario.
Alias "Julián Bolívar" se entregó a las autoridades en agosto de 2006 en el marco de la Ley de Justicia y Paz que garantizaba a los integrantes de grupos armados ilegales -sobre todo paramilitares- el pago de un máximo de prisión de ocho años a cambio de que confesaran todos sus delitos, indemnizaran a sus víctimas y se comprometieran a no delinquir más.
El accionar delictivo de este hombre se inició en el municipio de Yarumal, en el departamento de Antioquia y a unos 300 kilómetros al noroeste de la capital colombiana, donde él y sus hombres asesinaron a 22 personas entre 1997 y 1998.
Después se concentró, hasta el día de su desmovilización, en una región conocida como el Magdalena Medio, en cuyos municipios cometió centenares de crímenes, según las autoridades.
Muchos otros ex jefes paramilitares han pedido la libertad con el argumento de que ya estuvieron en la cárcel ocho años, pero en todos los casos las autoridades judiciales les han respondido que aún no cumplen todos los requisitos para obtenerla.
Uno de ellos fue Jorge Iván Laverde, alias "el Iguano", quien en su momento le confesó a AP haber estado detrás de unos 3.000 homicidios en el noreste colombiano. Incluso construyó hornos crematorios para deshacerse de los cadáveres de sus víctimas.
La mayoría de los grandes capos del paramilitarismo fueron extraditados a Estados Unidos en mayo de 2008 bajo cargos de narcotráfico.
La Fiscalía calcula que al menos 156.000 personas fueron asesinadas por los paramilitares entre 1980 y 2004. En su mayoría, los grupos paramilitares nacieron de una alianza entre agricultores, ganaderos, traficantes de drogas y militares corruptos para enfrentar los secuestros, extorsiones y asesinatos de las guerrillas.
Cifras oficiales dan cuenta de que entre 2003 y 2006 unos 30.000 paramilitares dejaron las armas durante el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010).