Presidente de Nicaragua asegura que 'mafia' toma las decisiones en el Vaticano
Managua, Nicaragua/El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, criticó el martes a la Iglesia Católica y aseguró que una "mafia" en el Vaticano toma las decisiones para la elección del papa y los jerarcas católicos.
"El pueblo debería elegir a los cardenales y tendría que haber una votación en el pueblo católico en este caso, en todas partes, para que se elija también al papa, por voto directo del pueblo, que sea el pueblo el que decida y no la mafia que está organizada allá en el Vaticano", sostuvo Ortega en un acto en la capital de Nicaragua.
La crítica de Ortega se da más de una semana después de que el papa Francisco se mostró "preocupado" y "entristecido" por la situación en Nicaragua, especialmente por la condena a 26 años de cárcel para el obispo Rolando Álvarez y por la deportación de 222 opositores a Estados Unidos.
"Las noticias que llegan de Nicaragua me han entristecido mucho", indicó el pontífice.
Hace casi dos semanas, el gobierno de Ortega excarceló a 222 opositores, los expulsó a Estados Unidos y los despojó de su nacionalidad.
El obispo Rolando Álvarez, detenido en agosto del 2022, se negó a ser deportado y un día después fue condenado a 26 años de cárcel por, entre otros cargos, menoscabo a la integridad nacional.
"Yo no creo ni en los papas ni en los reyes. ¿Quién elige al papa? ¿Cuántos votos consigue el papa entre lo que es el pueblo cristiano? Si vamos a hablar de democracia, el pueblo debería elegir, en primer lugar, a los curas del pueblo (…) El pueblo debería elegir a los obispos y el que tenga más respaldo de la población, pues ese será el obispo", reclamó Ortega.
La semana pasada, la justicia de Nicaragua despojó de su nacionalidad e inhabilitó de por vida para ejercer cargos públicos a 94 opositores, entre ellos a los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, y también anunció que confiscará sus bienes.
Nicaragua endureció sus leyes para castigar a centenares de opositores en el contexto de la represión que siguió a una crisis política y social con protestas callejeras que estallaron en 2018 contra Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en comicios cuestionados.