Presidenta de Perú pide que las protestas en Lima sean en paz y calma
Crisis en Perú
Lima, Perú/La presidenta de Perú, Dina Boluarte, pidió este martes a cientos de manifestantes de varias regiones que convergen en Lima para pedir su renuncia que expresen en paz y calma sus reclamos.
"Sabemos que quieren tomar Lima por todo lo que está saliendo en las redes el 18 y 19, yo los llamo a tomar Lima, sí, pero en paz, en calma. Los espero en la casa de gobierno para poder dialogar sobre las agendas sociales que tienen", dijo Boluarte en una actividad oficial.
Boluarte, sin embargo, considera que "la agenda política que plantean es inviable desde el Ejecutivo".
La plataforma de demandas de los manifestantes es esencialmente política: renuncia de la presidenta, elecciones inmediatas y Asamblea Constituyente. Y el Gobierno ya ha rechazado todas estas peticiones.
Los primeros en pisar Lima han sido un grupo de campesinos de la ciudad andina de Andahuaylas, quienes llegaron en camiones y autos esta madrugada y se concentran en la Plaza Manco Cápac.
Desde Cusco, decenas de campesinos en buses y camiones partieron la noche del lunes hacia la capital, distante a 1.100 km.
Mientras que cientos de ciudadanos aymaras se movilizan en varios buses desde la ciudad de Ilave en la región Puno, frontera con Bolivia.
"Estoy emocionado para viajar a Lima porque la lucha continúa, estamos viajando todos los hermanos de sangre aymara a la lucha”, dijo a la AFP Julio César Ramos antes de embarcarse en un bus a Lima.
"Me duele mi patria que esté así por eso hermanos aymaras y quechuas, uno sólo somos", dijo a la AFP Roger Mamani de 28 años.
"No nos representa"
La tarde del martes decenas de manifestantes de algunas regiones del país marcharon por las calles del Lima hasta llegar a la plaza San Martín, epicentro histórico de las protestas.
"Estamos sumándonos al paro nacional todos nosotros que hemos venido de la ciudad del Cusco. Dina Boluarte debería salir porque no representa ni a la costa, ni a la sierra, ni a la selva", dijo a la AFP la profesora Edith Calixto, de 45 años que llegó el martes del Cusco.
Los pobladores de Cajamarca tenía carteles donde se leía 'Insurgencia Nacional'. Algunos sostenían en mano látigos de ronderos.
"Dina, por favor, renuncia para que éste pueblo se calme porque el pueblo no se va rendir", expresó indignada Antonia Riveros de 55 años natural de Huancavelica.
En Lima, casi a la misma hora, decenas de manifestantes de colectivos y partidos políticos realizaron con camisetas blancas "una marcha por la paz" en rechazo a las protestas contra Boluarte.
"Estamos haciendo una caminata, una marcha por la paz porque no queremos la violencia en nuestro país, se que ahora hay un grupo que está en desacuerdo con el gobierno actual, pero sin embargo no es la forma de hacer una protesta, queremos la paz y la tranquilidad", dijo a la AFP el comerciante César Noa de 56 años.
Llamado a la reflexión
Los bloqueos de carreteras siguen dando la pauta de las protestas. Sin embargo, este martes amanecieron bloqueados por piquetes 94 tramos de carreteras en 8 de las 25 regiones, tres regiones menos que el fin de semana.
Las fuerzas del orden liberaron la madrugada del martes un tramo de la carretera Panamericana Norte, arteria que conecta a la capital con esas regiones del país.
En Arequipa pobladores bloquearon con piedras y troncos la Panamericana Sur que llega hasta Tacna, fronteriza a Chile.
El director del Consejo Nacional del Transporte Terrestre, Martín Ojeda, señaló que con estos nuevos bloqueos el 80% de la flota de buses se encuentra paralizada.
En Madre de Dios, el combustible se acaba y decenas de cisternas fueron impedidas de avanzar por tres tramos bloqueados de la carretera Interoceánica que llega a Brasil.
"Hay que hacer llamar a la reflexión a estos señores (manifestantes) que, con justas razones, la gran mayoría de ellos salen y están protestando pacíficamente, pero bloquear carreteras, no permitir el ingreso de camiones que llevan gas o combustible ya sale de la protesta pacífica", manifestó la presidenta Boluarte.
Las protestas, que dejan al menos 42 muertos en cinco semanas, según la Defensoría del Pueblo, se reanudaron el 4 de enero después de una tregua por las fiestas de fin de año.