Pistolero de Túnez entrenó con atacantes de museo
El joven estudiante universitario que asesinó a 38 turistas en un complejo turístico tunecino estaba en un campo de entrenamiento yihadi al occidente de Libia al mismo tiempo que los agresores que atacaron el museo nacional en marzo, dijo el martes un alto oficial de seguridad.
La revelación confirma el constante temor de que la fuerte presencia del grupo Estado Islámico en el caótico vecino de Túnez es una amenaza constante al país.
"Se confirmó que el atacante entrenó con armas en Libia en el mismo periodo que los atacantes de Bardo", dijo Rafik Chelli, el secretario de estado para el Ministerio de Interior. "Cruzó secretamente la frontera".
Chelli dijo que el estudiante de la maestría en ingeniería eléctrica de 24 años dejó sus estudios en la Universidad Kairouan y fue al pueblo occidental de Libia, Sabratha, en enero, cuando estaban ahí los dos jóvenes que llevaron a cabo el ataque al museo.
Sabratha, también sitio de las afamadas ruinas romanas, es famoso por sus campos de entrenamiento para yihadistas.
El ataque al museo en marzo dejó 22 personas muertas, sobre todo turistas, y hubo constantes críticas al gobierno tunecino por no hacer más para evitar otro ataque a extranjeros visitantes.
El plan estaba listo, aunque todavía no se había puesto en marcha cuando se registró el ataque en Susa el pasado viernes, dijo el presidente tunecino, Beji Caid Essebsi, en una entrevista el martes con la radio Europe 1.
"Es cierto, nos vimos sorprendidos por los acontecimientos", dijo Essebsi. "Tomaron medidas para el mes de Ramadán, pero nunca se imaginaron que el ataque se llevaría a cabo en las playas contra los turistas y estaba previsto que el sistema de protección comenzara el 1 de julio".
Agregó que ya se abrió una investigación por los fallos de seguridad, y ahora habría policía turística armada en las playas y se llamó a reservistas del ejército.
Essebsi, de 88 años, es veterano del régimen prerrevolucionario de Túnez y fue electo el pasado otoño con la idea de restaurar la seguridad y dignidad del país.
El vital sector turístico de Túnez sufrió un fuerte golpe debido al ataque.
Por lo menos 21 víctimas son británicas de acuerdo a las últimas cifras del primer ministro británico, David Cameron, aunque se espera que ese número aumente. La violencia continuó aproximadamente media hora hasta que la policía mató al pistolero.