Pesca ilegal china representa un grave problema para Brasil

Brasil/Un gran flujo de militares chinos se desplaza en una visita oficial a Brasil, quienes fueron recibidos a finales de la semana pasada con todos los honores.

Esta visita según el diario Folha de Sao Paulo, quiere ser aprovechada por el gobierno de Luis Inácio Lula da Silva, para solicitar ayuda al gigante asiático para solucionar un problema que desde hace mucho tiempo golpea al país suramericano.

La problemática en cuestión se trata de la pesca ilegal china en aguas latinoamericanas, un contratiempo que no solo afecta a Brasil, sino también a Argentina, Ecuador y Chile.

Diversos informes internacionales, entre ellos uno del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), de Washington, han expuesto en reiteradas ocasiones como las embarcaciones chinas que están involucrados en la pesca ilegal, no solo pescan, sino que además representan una “fuerza naval opaca utilizada directamente por el gobierno de Pekín”.

Estos barcos, descritos por el medio Infobae como “una verdadera milicia marítima”, ha sido delineada por los expertos como “una flota de buques aparentemente dedicados a la pesca comercial, pero que en realidad operan junto a las fuerzas de seguridad y militares chinas para lograr objetivos políticos, a menudo en aguas disputadas”.

Tan solo en agosto del año pasado, Associated Press, reveló que un buque de artillería de la Guardia Costera de Estados Unidos, entró en conflicto directo con embarcaciones chinas, en aguas ecuatorianas, cerca de las islas Galápagos.

Según la fuente de periodismo independiente, cuando la embarcación estadounidense se acercó a una flota de centenares de barcos chinos de pesca de calamares, tres de ellos se apartaron, mientras que uno giró agresivamente 90 grados hacia el barco de la nación norteamericana, que realizó todas las maniobras necesarias para evitar ser envestido.

Las aguas brasileñas, también han sido objetivo de barcos chinos, quienes cuando se adentran en los mares del país que actualmente gobierna da Silva, como hacen en todas partes, apagan sus radares para no ser interceptados.

Pekín ha declarado en muchas ocasiones que tienen “tolerancia cero”, con la pesca ilegal, acusando a los países que realizan las inspecciones correspondientes, especialmente a Estados Unidos, de no respetar los reglamentos internacionales, la situación se ha vuelto critica los últimos años para la costa atlántica, de la cual Brasil ocupa unos 4,4 mil kilómetros.

Alrededor de 400 barcos chinos entran todos los años en las aguas y saquean el océano, pescando desde atunes hasta tiburones, casi siempre utilizando la técnica del “arrastre”, prohibida en mucha partes del mundo, e incluso en China. 

Información extraída del medio Infobae