La peregrinación restringida de La Meca es la alegría de unos, la decepción de otros
Una pareja de jordanos estalló en alegría al enterarse que fue seleccionada para el hach, la gran peregrinación musulmana de La Meca, reducida esta año por la pandemia del coronavirus.
Pero para muchos, la decepción es el anuncio del rechazo de sus solicitudes para este ritual, uno de los encuentros religiosos más importantes del mundo, que comenzará el 29 de julio.
Arabia Saudita, el país árabe del Golfo más golpeado por el nuevo coronavirus, registra oficialmente 256,000 contagiados, de ellos 2,557 decesos.
Temiendo que la peregrinación, que atrajo a 2,5 millones de personas en 2019, se convirtiera en un enorme foco de contagio, las autoridades declararon que sólo participarían 1,000 peregrinos, pero los medios de comunicación locales adelantaron la cifra de 10,000.
Y este año, solo los fieles que viven en Arabia Saudita estarán autorizados a hacerla, con un 70% de extranjeros y 30% de sauditas.
El anuncio de esta drástica reducción no impidió la marea de solicitudes, con la participación de residentes originarios de 160 países, según las autoridades, que no dieron la cifra oficial de demandas.
"Apenas teníamos un 1% de oportunidad de ser elegidos. Estamos sorprendidos y encantados", dijo un ingeniero jordano de 29 años que vive en Riad, seleccionado con su mujer de 26 años, que trabaja en el sector de la salud.
"Muy opaco"
Nasser, un expatriado nigeriano, está también entre los afortunados. Eufórico, dijo a la AFP haber conseguido su "boleto de oro" para el hach: "Es un sentimiento indescriptible".
El ingeniero jordano, quien pidió el anonimato, dice que se sintió obligado a eliminar el anuncio de su selección en las redes sociales, por temor a despertar celos.
El Ministerio del Hach enfrentó en Twitter un diluvio de preguntas de personas descontentas. "Por qué me rechazaron sin dar motivos?", cuestionó una mujer, que agregó: "Todos a mi alrededor fueron rechazados".
Dos viudas, una nigeriana y una egipcia, dijeron haber sido descartadas porque no mencionaron un tutor masculino para acompañarlas al hach.
El Ministerio del Hach no respondió a una consulta de la AFP sobre los criterios de selección. Anteriormente indicó que los peregrinos sauditas habían sido seleccionados entre los profesionales de la salud y los militares que se habían recuperado del virus.
"Han mantenido el proceso de selección muy opaco, porque se trata de un asunto sensible. Mantenerlo lejos de la atención del público sirve para hacer menos ruido sobre los que fueron seleccionados", declaró a la AFP Umar Karim, investigador invitado del Royal United Services Institute de Londres.
Cuarentena
Los peregrinos suelen esperar años antes de ser seleccionados para el hach, uno de los cinco pilares del Islam que todo musulmán debe cumplir al menos una vez en su vida, si tiene los medios.
Para Arabia Saudita, la reducción del número de peregrinos es una decisión con graves consecuencias económicas, pues gana cada año miles de millones de dólares del turismo religioso.
Y ocurre en momentos donde el país, primer exportador de crudo del mundo, está gravemente afectado por la caída de precios del petróleo.
Pero para algunos, este hach reducido podría ser un mal para un bien, pues creen que es más seguro participar del ritual de este año sin las habituales multitudes colosales que se amontonan en pequeños sitios religiosos, lo que multiplica los riesgos de empujones mortales.
"Mucha gente quiere hacer el hach este año, porque será menos pesado y más organizado debido a una multitud menos numerosa", declaró Karim.
Pese a la reducción considerable del número de peregrinos, las medidas contra la propagación del coronavirus son necesarias: los peregrinos serán sometidos a pruebas antes de llegar a la ciudad santa de La Meca y deben ponerse en cuarentena antes y después del ritual.