El papa advierte del excesivo soberanismo que genera racismo y antisemitismo
El papa advirtió este jueves de que el excesivo soberanismo que se está difundiendo en muchos Estados está degenerando en "racismo o antisemitismo".
Así lo explicó al recibir a unos cincuenta expertos de todo el mundo reunidos del 1 al 3 de mayo para reflexionar sobre el tema "Nación, Estado; Estado del país", organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales.
En su discurso remarcó que "la Iglesia observa con preocupación el resurgimiento, en casi todo el mundo, de las corrientes agresivas hacia los extranjeros, especialmente los inmigrantes, así como el creciente nacionalismo que descuida el bien común".
Francisco puntualizó que aunque "la Iglesia siempre ha instado al amor de su gente, de su patria, a respetar el tesoro de las diversas expresiones culturales y costumbres" también ha alertado contra el excesivo soberanismo.
"La Iglesia ha advertido a las personas, los pueblos y los gobiernos sobre las desviaciones de este vínculo cuando se trata de la exclusión y el odio hacia los demás, cuando se convierte en un nacionalismo de conflicto que levanta barreras, o en racismo y antisemitismo", aseveró.
Y, agrego, que "sabemos por la Historia donde llevan desvíos similares" en referencia a los hechos que marcaron "Europa en el siglo pasado".
Denunció además que "con mucha frecuencia, los Estados están subordinados a los intereses de un grupo dominante, principalmente por razones de beneficio económico".
Y apuntó que la forma en que un estado gestiona el fenómeno de la inmigración "revela su visión de la dignidad humana y su relación con la humanidad".
Volvió a reiterar el concepto de que "el migrante no es una amenaza para la cultura, las costumbres y los valores de la nación receptora, pero que él también "tiene el deber de integrarse en la nación receptora".
Todas las naciones, continuó, son el resultado de la integración de sucesivas oleadas de personas (...) y tienden a ser imágenes de la diversidad de la humanidad", recordó.
También dijo sentir aprensión al considerar que la "temporada del desarme nuclear multilateral" ya parece "obsoleta" y que "ya no mueve la conciencia política de las naciones que poseen armas atómicas".
Y advirtió de que, "de hecho, parece abrirse una nueva temporada de inquietante confrontación nuclear".