Ordenan a filipinos alejarse de paso de tifón
Las autoridades de Filipinas pidieron a miles de personas que se alejaran de las costas del norte del país, a donde se dirige el tifón Maysak, que dejó cuatro muertos y decenas de hogares destruidos en Micronesia.
La oficina meteorológica de Filipinas informó que los vientos y las lluvias comenzarán a azotar las aguas al este de la isla principal de Luzón por la tarde del sábado, antes de que la tormenta toque tierra por la mañana del domingo.
La agencia meteorológica de Filipinas cambió la categoría del Tifón Maysak a tormenta tropical luego de que sus vientos sostenidos se debilitaron a 115 kilómetros por hora (72 millas) con ráfagas de hasta 145 kilómetros por hora (91 millas) alrededor de las 4 de la tarde. Bajo el sistema filipino, únicamente los ciclones con vientos sostenidos superiores a los 118 kilómetros por hora (74 millas) son clasificados como tifones.
La tormenta llega fuera de temporada, mientras el país celebra la Semana Santa, cuando numerosos turistas locales y extranjeros visitan las playas, incluyendo las populares zonas para practicar surfing al norte del país.
La secretaria de Asistencia y Bienestar Social, Cheche Cabrera, dijo que solo en la provincia de Aurora, frente al Pacífico y en el sendero de la tormenta, se pidió a cerca de 10.000 personas que dejaran los hoteles y centros de playa.
Maysak, originalmente un supertifón, dejó un sendero de destrucción en Micronesia, arrasando varias islas del estado de Chuuk y pasando justo al norte delas islas del estado de Yap el miércoles pasado. Cuatro personas fallecieron a causa de la tormenta, que dejó numerosos daños.
"Las horas críticas serán por el sábado por la tarde", dijo el administrador de la Defensa Civil de Filipinas, Alexander Pama. "Necesitamos aumentar os preparativos porque es más difícil movilizarse en la oscuridad".
Cuando aún era tifón, Maysak amenazó con afectar 33 ciudades y cerca de 500 pueblos en más de dos decenas de provincias, según el subsecretario del Interior, Austere Panadero. No se han alterado los planes de evacuaciones preventivas en comunidades propensas a inundaciones y deslaves.
El viernes, Nelianto Bihasa, alcalde de Baler, capital de la provincia de Aurora, ordenó a todos los turistas que dejaran los centros de playa o se enfrentaran a una evacuación forzada. También pidió a los dueños de hoteles que recomendaran a los turistas que iban con rumbo a Baler que pospusieran sus viajes.
Cerca de 20 tormentas y tifones azotan Filipinas cada año. En noviembre de 2014, el Tifón Haiyan, el más fuerte registrado en tocar tierra, devastó la parte central del país, dejando más de 7.300 muertos.