Opep se reúne con el reto de la caída de los precios del crudo y las sanciones contra Rusia
La Opep+ se reunirá el domingo para decidir si mantiene su estrategia o recorta más la producción de petróleo frente a la caída de los precios, y para discutir sobre el tope al precio del barril ruso y un embargo europeo al crudo de ese país.
En la última reunión de ministros del cartel, en octubre, los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), liderados por Arabia Saudita, y sus socios, encabezados por Rusia, acordaron reducir la producción en dos millones de barriles diarios.
Este recorte fue la mayor disminución acordada por el grupo, conocido como Opep+ desde el inicio de la pandemia del covid en 2020.
La reunión del domingo -que se celebra por videoconferencia- llega en un contexto de temor a una desaceleración de la economía y en vísperas de que la Unión Europea (UE) aplique a partir del lunes un embargo a las exportaciones de crudo de Rusia.
Los países del G7, la UE y Australia anunciaron un acuerdo para imponer un tope de 60 dólares por barril para el crudo ruso con el fin de limitar los recursos de la invasión de Ucrania.
Se prevé que el grupo de productores vote "por una prolongación de la decisión previa" de recortar dos millones de barriles diarios, dijo a la AFP una fuente iraní el jueves, argumentando que el mercado es "muy incierto" dadas las inminentes sanciones europeas.
Temores sobre China
"Lo más probable es que grupo reafirme la política adoptada con las últimas reducciones de la producción", dijo el analista del grupo PVM Energy Stephen Brennock, agregando que no descarta que potencialmente puedan anunciar nuevos recortes para impulsar los precios.
Desde la reunión de octubre, los precios del petróleo se han hundido hasta niveles de principios de 2022, lejos de los máximos de 130 dólares por barril alcanzados en marzo tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania.
El jueves, los dos principales indicadores de referencia oscilaban en torno a 85 dólares por barril.
Las restricciones en China para contener el covid han atizado los miedos de que caiga la demanda en el país, que es el mayor importador de crudo del mundo.
Pekín ha aminorado las preocupaciones al señalar una posible flexibilización de la estricta política de "cero covid", a raíz de las protestas en todo el país contra las restricciones.
La escalada de la inflación en Europa y al otro lado del Atlántico también han alimentado el miedo a una recesión.
La influencia de Rusia
Más allá del panorama sombrío para la economía global, la mayor incógnita en el mercado del crudo son las exportaciones de Rusia en un momento en el que los países occidentales buscan dejar de depender de ese suministro lo antes posible.
La UE decidió prohibir a sus miembros la importación de crudo ruso por mar a partir del 5 de diciembre, "lo que pone en riesgo más de dos millones de barriles diarios", según estimaciones de ANZ analysts.
Los inversores también se preguntan sobre el tope del crudo ruso a 60 dólares por barril, que busca reforzar la efectividad del embargo de la UE.
Rusia ha recaudado 67.000 millones de euros (unos 70.000 millones de dólares) de sus ventas de crudo a los países de la UE desde el inicio de la guerra de Ucrania en febrero, según Phuc-Vinh Nguyen, experto en temas energéticos del Instituto Jacques Delors.
La semana pasada, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió que cualquier intento de los países occidentales de limitar el precio del crudo ruso tendrá "graves consecuencias" en los mercados.
Rusia "tiene varias opciones para eludir este límite", explicó el economista de UniCredit Edoardo Campanella, agregando que la "Opep+ puede sentirse obligada" a adoptar una "postura más agresiva" y recortar o amenazar con reducir aún más la producción.
"Rusia también puede responder aprovechando su influencia en la Opep+ para impulsar más recortes de la producción en el futuro, lo que exacerbaría la crisis energética global", estimó Campanella.