La ONU cierra las sesiones de alto nivel dominadas por el programa nuclear norcoreano
La Asamblea General de la ONU llega este lunes a la última sesión de su debate de alto nivel anual, con una preocupación extendida sobre el programa nuclear norcoreano y dividida sobre las opciones para enfrentarlo.
"Cuando aumentan las tensiones, también lo hacen las posibilidades de un error de cálculo", afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres, al inaugurar las sesiones, el pasado martes. "Las palabras exaltadas pueden llevar a malentendidos fatales", agregó en la apertura del debate, al que han ido presentándose desde entonces más de un centenar de gobernantes que han pasado por la tribuna con la mayor proyección mundial.
Guterres advirtió sobre esas "palabras exaltadas" poco antes de que se estrenara en la Asamblea General de la ONU el presidente estadounidense, Donald Trump, que viene destacando por sus reacciones impetuosas ante temas nacionales e internacionales.
Y fiel a ese principio, Trump dejó un listón muy alto en lo que la comunidad internacional debiera hacer si el régimen de Pyongyang persiste en su programa de ensayos balísticos y nucleares, y si en algún momento lanza algún ataque.
"Estados Unidos -manifestó Trump- tiene gran fuerza y paciencia, pero si se ve obligado a defenderse a sí mismo o a sus aliados, no tendremos más remedio que destruir totalmente a Corea del Norte". "El 'rocket man' (hombre cohete) está en una misión suicida para sí mismo y para su régimen", apostilló el mandatario estadounidense en su mensaje.
De momento, el régimen de Pyongyang ha observado un silencio en sus pruebas balísticas y nucleares desde que comenzó el debate de alto nivel de la Asamblea General, aunque han sido varias las que ha realizado en las últimas semanas.
Sí hubo amenazas verbales a raíz de las advertencias de Trump, primero del líder norcoreano, Kim Jong-un, quien calificó al gobernante estadounidense de "viejo chocho" y dijo que lo "domesticará definitivamente". "Ahora que Trump me insultó a mí y a mi país ante los ojos del mundo, barajamos una respuesta al más alto nivel", respondió Kim.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, que suele tener gran puntería en algunas de sus descripciones, lo demostró una vez más al calificar este cruce de palabras como una "pelea de guardería entre niños".
Al igual que Lavrov y Guterres, otras personalidades que han ido pasando por la tribuna de la Asamblea General de la ONU han pedido avanzar en un diálogo o, como mucho, incrementar la presión política sobre Pyongyang.
"Lo que hace falta no es diálogo, sino presión", afirmó el primer ministro japonés, Shinzo Abe, cuyo país es uno de los más amenazados por las pruebas balísticas y nucleares de Corea del Norte. China, la nación que mayor influencia puede ejercer sobre el régimen de Kim Jong-un, advirtió a Pyongyang de que está en un "camino peligroso", pero su ministro de Exteriores, Wang Yi, cree que todavía hay oportunidades políticas. "Sigue habiendo esperanzas para la paz y no debemos ceder", declaró Wang.
Se trata, añadió, de buscar medidas con el fin de que todas las partes desempeñen "un papel constructivo para aminorar tensiones". Como ha sido frecuente desde que comenzó el año, el programa balístico y nuclear norcoreano ocupó una sesión del Consejo de Seguridad este jueves, pocos días después de que aprobara un nuevo paquete de sanciones económicas y políticas contra Pyongyang.
Pero en esa reunión se repitieron las posiciones que son conocidas, aunque el jefe de la diplomacia de EE.UU., Rex Tillerson, se refirió a las consecuencias políticas que el régimen de Kim Jong-un puede tener si persiste en sus amenazas.
"Las armas nucleares sólo le llevarán a más aislamiento, ignominia y perversión", señaló Tillerson. En la ONU también tuvo oportunidad de defenderse Corea del Norte, por medio de su ministro de Exteriores, Ri Yong Ho, quien este sábado advirtió de que su país se encuentra en la "fase final" de completar el desarrollo de su arsenal nuclear.
"Estamos a unos pasos de completar nuestra capacidad nuclear", afirmó Ri. Al completarse la semana, a la Asamblea General sólo le queda pendiente la última sesión, la del lunes, en la que se esperan las intervenciones de, entre otras naciones, Uruguay, Venezuela, Nicaragua y Perú. Agustín de Gracia