La ONU lanza un nuevo plan para ayudar a los refugiados rohinyás en Bangladesh

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzaron hoy un plan para asistir a 900.000 refugiados rohinyás huidos de Birmania (Myanmar) a Bangladesh desde 2017.

El plan de ayuda, para el que esperan atraer 920 millones de dólares de países y organizaciones donantes, incluye a 330.000 bangladeshíes en comunidades de acogida que también se encuentran en situación muy precaria, precisaron ambos organismos de Naciones Unidas en una rueda de prensa en Ginebra.

"El imperativo humanitario hoy es estabilizar la situación de los refugiados rohinyá que no cuentan con un Estado que les proteja, y a sus anfitriones de Bangladesh. Esperamos que haya contribuciones, flexibles y confiables, para alcanzar los objetivos de este año", destacó el alto comisionado de ACNUR, Filippo Grandi.

La mitad del dinero solicitado sufragaría necesidades básicas como alimentación, agua, servicios sanitarios y vivienda, mientras que con el resto de partidas se busca financiar programas educativos, de protección a la infancia y a las mujeres.

"Reiteramos nuestro compromiso de atender las necesidades más urgentes de esta población y urgimos a la comunidad internacional a apoyar este esfuerzo", señaló el director general de la OIM, Antonio Vitorino.

Más de 745.000 refugiados rohinyás han huido de la violencia en el estado birmano de Rakáin desde agosto de 2017, a los que se suman otros 200.000 desplazados con anterioridad.

La mayoría de ellos vive en duras condiciones en la zona fronteriza bangladeshí de Cox's Bazar, el mayor campo de refugiados del mundo.

"Pedimos a Birmania que tome acciones urgentes para atender las causas principales de esta crisis, que ha persistido durante décadas, para que la población pueda algún día regresar a su hogar con seguridad y dignidad", dijo Grandi.

El anterior plan de ayuda humanitaria de Naciones Unidas para los refugiados rohinyás, en 2018, sólo recibió 655 de los 950 millones de dólares solicitados.

Birmania no reconoce a los rohinyás, de religión musulmana, como una comunidad de este país y los considera bangladeshíes, pero Bangladesh también los ha tratado tradicionalmente como extranjeros.