La ONU denuncia violaciones de los derechos fundamentales en Xinjiang y Tíbet
Ginebra, Suiza/El jefe de derechos humanos de la ONU denunció el lunes "leyes, políticas y prácticas que violan los derechos fundamentales, especialmente en las regiones de Xinjiang y Tíbet", en un discurso pronunciado ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
Volker Türk también pidió a China que libere a los defensores de los derechos humanos detenidos en virtud de un "vago delito de 'provocación de riñas y disturbios' recogido en el artículo 293 del Código Penal".
Sus declaraciones coinciden con la apertura en Pekín de las sesiones parlamentarias, considerado como el principal acontecimiento político del año en China, y a pocos días del 65 aniversario del levantamiento del Tíbet, el 10 de marzo de 1959.
Desde que asumió su cargo en octubre de 2022, el Alto Comisionado ha sido criticado por no pronunciarse suficientemente sobre la situación de los derechos humanos en China, en particular desde la publicación en agosto de 2022 de un informe muy crítico realizado por la chilena Michelle Bachelet, su predecesora en el cargo.
Türk dijo que estaba "deseando discutir" el artículo 293 del Código Penal con las autoridades chinas, con las que el diálogo "continúa en áreas como las políticas antiterroristas, la igualdad de género, la protección de las minorías, el espacio cívico y los derechos económicos, sociales y culturales".
"A medida que avanzamos, es importante que este diálogo produzca resultados concretos", insistió.
"Reconozco los progresos de China en la reducción de la pobreza y la promoción del desarrollo, y he instado a que estos progresos vayan acompañados de reformas para adecuar las leyes y políticas pertinentes a las normas internacionales de derechos humanos", añadió.
En respuesta, el embajador de China, Chen Xu, pidió a los países que "se resistan a la práctica de utilizar los derechos humanos como pretexto para interferir en asuntos internos" y que cesen de "imponer los valores y modelos de desarrollo propios a los demás".
"Estamos dispuestos a dialogar con todos los países sobre derechos humanos, pero nos resistimos a las acusaciones infundadas contra mi país, por parte de cualquier país", declaró.
En enero, China recibió duras críticas de países occidentales durante un examen periódico de su historial en materia de derechos humanos en Naciones Unidas, entre ellas por los supuestos esfuerzos para borrar la identidad cultural y religiosa en el Tíbet y la represión en Xinjiang.