OEA podría expulsar a Nicaragua o declarar ilegítimo a Ortega, según líder opositor
Uno de los líderes de la oposición nicaragüense, Juan Sebastián Chamorro, considera que hay causal suficiente para expulsar a Nicaragua de la OEA, o bien aplicar una declaración de ilegitimidad de ejercicio al presidente Daniel Ortega por ejecutar "acciones y políticas deliberadas de violación de derechos humanos".
Chamorro, director ejecutivo de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, también advierte, en entrevista con Efe, de la necesidad de reformar el sistema electoral y adelantar las elecciones generales previstas en noviembre de 2021 para superar la actual crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos desde abril de 2018.
P: ¿Qué espera la Alianza Cívica del informe que rendirá (el 11 de noviembre próximo) una comisión de la OEA sobre la crisis de Nicaragua?
R: Espero que sea lo más contundente. Hemos ido a San Salvador y a Washington a exponer las arbitrariedades y abusos a los derechos humanos. Hemos llevado a excarcelados que han contado de viva voz cómo fueron apresados, mantenidos en cárceles sin el debido proceso, sin juicio, y cómo fueron excarcelados también sin ningún tipo de debido proceso.
Toda esta documentación, que la comisión de alto nivel pudo recabar, va a ser un paso adicional a todas las denuncias internacionales que se han hecho en contra de la dictadura.
P: ¿Qué tipo de presiones beligerantes pueden adoptar los países miembros de la OEA contra el Gobierno de Ortega?
R: Hay varias opciones: la primera podría ser la aplicación del Artículo 21 (de la Carta Democrática), que significaría una suspensión de Nicaragua al Sistema Interamericano. Esta opción también cerraría la posibilidad de financiamiento de parte de los organismos internacionales.
También se puede estar hablando de una declaración de ilegitimidad de ejercicio a esta dictadura porque hay antecedentes de una violación flagrante a los derechos humanos, lo que constituye una violación de ejercicio.
P: Tomando en cuenta que el Gobierno sandinista cerró las puertas a los diplomáticos nombrados en esa comisión, y que se ha negado en repetidas ocasiones a reconocer su legitimidad, ¿es posible sugieran aplicar el Artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana de la OEA a Nicaragua?
R: El acto arbitrario y grosero de no permitirle la entrada a representantes de cinco países de la comisión de alto nivel evidencia las arbitrariedades que la dictadura comete no solamente contra el pueblo de Nicaragua, sino también contra representantes diplomáticos extranjeros, de tal manera que lo que hizo la administración, la dictadura de Ortega, en contra de estos diplomáticos, va ayudar a la definición de este informe.
Así que ese gesto, como digo, grosero y antidiplomático, ayuda a que se junten las esperanzas en las fuerzas diplomáticas para la aplicación del Artículo 21.
Claves votos del Caribe
P: Según el cabildeo de la oposición, ¿se cuentan con los 24 votos para expulsar a Nicaragua de la OEA?
R: Esta es una situación que fluye diariamente. Creo que, como dije, el no recibimiento de los diplomáticos en el país va a sumar algún tipo de voto en la actualidad. Estamos trabajando, cabildeando, particularmente en países del Caribe, que son bastantes numerosos y se han sumado en anteriores resoluciones, para explicarle la situación de violación de derechos humanos, para que se sumen.
P: ¿La Alianza Cívica está a favor o en contra de que se expulse a Nicaragua de la OEA?
R: Estamos a favor de que se apliquen las máximas acciones en contra de un Gobierno que ha reprimido al pueblo nicaragüense (...). La Alianza Cívica ha sostenido de que hay causal suficiente para la aplicación del Artículo 21 y, en todo caso, también la aplicación de la declaratoria de ilegitimidad de ejercicio. No es normal que un Gobierno ejecute acciones y políticas deliberadas de violación de derechos humanos. Eso lo mantenemos y, por lo tanto, sí estamos abogando para que efectivamente Nicaragua tenga ese tipo de castigo diplomático.
¿Adelantar elecciones?
P: ¿La Alianza Cívica aún insiste en adelantar las elecciones para superar la crisis o, a como sostiene el Gobierno, se debe mantener en su fecha original de noviembre de 2021?
R: Los costos económicos, sociales y humanos de la actual crisis obligan a una solución inmediata y por eso, así como lo planteamos desde muy al inicio de la crisis la necesidad del adelanto de las elecciones, lo seguimos manteniendo al día de hoy porque tenemos que encontrar una solución a toda esta crisis y la solución es la búsqueda de una negociación, un diálogo, en el cual se acuerden elecciones libres, transparentes, previo un plan de reformas esenciales para devolverle al votante nicaragüense la confianza en el sistema electoral.
P: Los estallidos sociales en otros países de Latinoamérica han dejado en un segundo y hasta un tercer plano la crisis nicaragüense. ¿En qué beneficia o perjudica esa nueva realidad a la oposición?
R: Estas expresiones populares, de alguna manera de protesta contra gobernantes que se han aislado de las voluntades populares, que le han dado la espalda a la democracia, vienen más bien ha reforzar lo que estamos tratando de hacer en Nicaragua, tratar de encontrar una solución democrática, de llevar a un cauce democrático de elecciones.
P: ¿Qué es lo que más le conviene a Nicaragua para salir de la crisis?
R: Lo que le conviene al país es encauzarse en buscar una solución democrática, cívica y pacífica y esto sólo pasa a través de una reforma electoral que cambie el sistema, que le de confianza al votante nicaragüense, y la celebración de elecciones para que de una vez el pueblo decidida, deje atrás la dictadura y caminemos hacia la democracia.