Nuevos aranceles de EEUU gravarán hasta $50.000 millones de bienes chinos
Washigton/Estados Unidos aplicará desde el 23 de agosto aranceles del 25% sobre un total de 50.000 millones de dólares de importaciones chinas, dijo el martes el Departamento de Comercio estadounidense.
Washington comenzó a aplicar aranceles adicionales del 25% desde el 6 de julio a un equivalente a 34.000 millones de dólares en importaciones provenientes de ese mercado.
Sin embargo, la nueva disposición del gobierno de Donald Trump extiende la medida a un adicional de 16.000 millones de dólares en productos chinos como resultado de las preocupaciones planteadas por las empresas estadounidenses.
La decisión ya había sido anticipada por la Casa Blanca, en medio de la disputa que busca reducir el déficit comercial estadounidense con el gigante asiático, que alcanza los 335.000 millones de dólares.
Según se informó en forma oficial, unos 279 productos se verán afectados como consecuencia de esta respuesta a "prácticas comerciales desleales en China, como las transferencias forzosas de tecnología y los derechos de propiedad intelectual", señaló el comunicado.
Esto confirma la opinión de que no parece haber ningún esfuerzo en curso para distender la disputa entre las dos economías más grandes del mundo, que han seguido intercambiando amenazas.
La oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos Robert Lighthizer dijo que su investigación "exhaustiva" mostró que "las acciones, políticas y prácticas de China relacionadas con la transferencia de tecnología, la propiedad intelectual y la innovación son poco razonables y discriminatorias y cargan al comercio de Estados Unidos".
Washington y Pekín están enzarzados en una batalla por las acusaciones estadounidenses de que la economía de exportación de China se beneficia de políticas y subsidios injustos, pero sobre todo del robo del conocimiento tecnológico estadounidense.
La administración de Trump acusa a Pekín de "privar a las compañías estadounidenses de la capacidad de explotar licencias".
También denuncia "intrusiones cibernéticas en las redes informáticas comerciales de Estados Unidos para obtener acceso no autorizado a información comercial importante".
Pekín ha pedido a los funcionarios estadounidenses que sean razonables, pero envió un mensaje advirtiendo que impondría aranceles sobre otros 60.000 millones de dólares en bienes importados desde EEUU, una amenaza que la Casa Blanca calificó de "débil".