Nuevas protestas contra la reforma laboral de Macron en Francia
Los opositores a la reforma del código laboral del presidente francés Emmanuel Macron vuelven a salir a las calles este jueves para exigir el retiro del texto, que consideran como una regresión de los derechos de los trabajadores.
"Estamos decididos, estas ordenanzas no deben pasar. Es un verdadero drama para los jóvenes del país", declaró el jueves Philippe Martinez, líder del sindicato CGT, que desfilará a partir de las 12H00 GMT en París.
Están previstas también marchas en varias grandes ciudades del país, sobre todo en Marsella, en el sureste.
La CGT, uno de los principales sindicatos franceses, estará en primera línea de las manifestaciones, en la víspera de la presentación de las ordenanzas en consejo de ministros, para una aplicación casi inmediata.
Estas nuevas protestas se producen una semana después de que decenas de miles de franceses -200.000 según la policía, medio millón según los organizadores- se manifestaran en toda Francia contra esta reforma que implicaría según ellos una "regresión social".
Tras la acción de los sindicatos llegará el turno de la acción política con otra manifestación convocada el sábado por la izquierda radical.
El movimiento Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon juró que aniquilará esta reforma, que considera como un "golpe de Estado social".
Pero Macron no tiene intención de ceder sobre esta reforma, que fue una de sus principales promesas de campaña.
"Creo en la democracia pero la democracia no es la calle", zanjó el jefe de Estado el martes en una entrevista con la cadena CNN Internacional.
La reforma laboral impulsada por Macron incluye medidas para limitar el máximo de compensaciones para los trabajadores en caso de conflicto laboral o la posibilidad de llegar a acuerdos laborales en las empresas de menos de 50 empleados sin necesidad de que haya representantes sindicales.
El objetivo del gobierno es dar más flexibilidad a las empresas y alentarlas a contratar más para luchar contra el desempleo, que afecta al 9,5% de la población activa en Francia, más que la media europea de 7,8%.