Trump limita una norma de Obama y obstaculiza el acceso a los anticonceptivos
El presidente de EE.UU., Donald Trump, emitió hoy una directiva para limitar una de las partes clave de la ley sanitaria de su antecesor, Barack Obama, y permitir que empresas y aseguradoras nieguen a sus empleados la cobertura gratuita de anticonceptivos por motivos religiosos.
La nueva norma emitida hoy por el Departamento de Salud y Servicios Humanos acaba con las partes más importantes de un mandato creado por Obama para obligar a las compañías a incluir la cobertura de control de la natalidad en los planes de salud que ofrecen a todos sus trabajadores.
Los defensores de la norma de Obama defienden que Trump está, en la práctica, privado a millones de mujeres del acceso gratuito a los anticonceptivos.
No obstante, altos funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos, bajo condición de anonimato, aseguraron que solo unas 120.000 mujeres perderán acceso gratuito a los anticonceptivos, lo que significa que el "99.9 %" podrá seguir beneficiándose de ellos, según sus cálculos.
En todo caso, la decisión de Trump supone el último giro en la lucha jurídica e ideológica que ha rodeado durante años el mandato para la cobertura gratuita de anticonceptivos de la Ley del Cuidado de Salud Asequible, conocida como "Obamacare", proclamada en 2010 y que Trump prometió derogar durante su campaña presidencial.
Ahora, la directiva de Trump permitirá que cualquier compañía, incluidas universidades o aseguradoras médicas, dejen de ofrecer cobertura de anticonceptivos a sus empleados, una exención que previamente solo incluía a las iglesias o casas de culto.
En respuesta, la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) y el Centro Nacional de Leyes de la Mujer anunciaron hoy que interpondrán una demanda contra Trump por "discriminar" a las mujeres y violar las cláusulas de la Constitución que garantizan la igualdad de derechos y la separación entre iglesia y Estado.
"Esta es una afrenta a los derechos de los mujeres y estamos preparados para ver al Gobierno en los tribunales", amenazó Brigitte Amiri, abogada de ACLU durante una conferencia de prensa telefónica.
Grupos profesionales, como Médicos a Favor de la Elección y la Salud Reproductiva, rechazaron la decisión de Trump y alertaron de un retroceso en la prevención de embarazos no deseados, cuyo número descendió en el siglo XX gracias, precisamente, al acceso a anticonceptivos, según dijo la doctora Tracey Wilkinson durante la conferencia de prensa.
Para responder a las previsibles demandas, el Departamento de Justicia emitió hoy mismo dos memorandos, en los que comunica a los abogados del Gobierno cuál es el marco legal y los principios que deben seguir para actuar en las cortes ante casos relacionados con la libertad religiosa.
El cambio en la política sobre anticonceptivos permite a Trump cumplir con promesas que hizo como candidato y que repitió, por ejemplo, en mayo pasado, cuando firmó una orden ejecutiva para defender la libertad religiosa en la Casa Blanca en presencia de la congregación católica de las Hermanitas de los Pobres.
Este grupo expresó en un comunicado su alegría por poder "finalmente estar protegidos" ante la "innecesaria y divisiva guerra cultural" del Gobierno de Obama, al que demandó ante el Tribunal Supremo para ampliar a las escuelas y organizaciones caritativas la exención sobre anticonceptivos, que solo cubría iglesias.
Otra de las asociaciones conocidas por su lucha contra los anticonceptivos es la cadena de tiendas de artesanía Hobby Lobby, cuyos dueños son cristianos evangélicos y que consiguió una importante victoria en 2014 en el Tribunal Supremo contra la ley sanitaria de Obama.
Funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos estiman que los 50 grupos religiosos que han interpuesto demandas en los últimos años estarán exentos de cumplir con el mandato de Obama, aunque la norma permite que empresas se replanteen si dar cobertura de anticonceptivos, por lo que la cifra podría aumentar.
Según estimaciones del Centro Nacional de Leyes de la Mujer, en 2013, el mandato de Obama permitió a las estadounidenses ahorrar 1.400 millones de dólares solo en anticonceptivos orales.