Trump niega 'estrategia' racista pero es acusado de propagar 'odio'
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó el martes que haya una "estrategia" racista detrás de las diatribas que lanzó recientemente contra destacadas figuras negras, pero un legislador estatal lo acusó en un acto oficial de propagar "odio".
"No tengo estrategia. Tengo cero estrategia", dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca, cuando se le preguntó sobre sus comentarios denigrantes sobre adversarios afroestadounidenses y de minorías étnicas, así como sobre la ciudad de Baltimore, de población mayoritariamente negra.
"No estoy enojado con nadie", aseguró el mandatario.
Más temprano, Trump denunció los "horrores" de la esclavitud en Jamestown, Virginia, al celebrar la fundación de la primera legislatura local por colonos ingleses hace 400 años. Pero el evento fue interrumpido y boicoteado por legisladores estatales negros, en medio de acusaciones de racismo en contra del mandatario.
En su discurso, Trump señaló que junto con los primeros colonos llegaron los primeros esclavos africanos, lo que convirtió a Jamestown en un símbolo no solo de la democracia estadounidense sino también de la esclavitud masiva.
"Recordamos a todas las almas sagradas que sufrieron los horrores de la esclavitud", dijo Trump, sobre lo que llamó un "bárbaro comercio de vidas humanas".
Pero los legisladores negros del estado de Virginia boicotearon la conmemoración por considerarla "empañada" por el mandatario.
"Es imposible ignorar el emblema del odio y el desdén que representa el presidente", dijeron en un comunicado, en el que denunciaron la "retórica racista y xenófoba" de Trump.
Y en una inusual interrupción de un discurso presidencial, un legislador del estado de Virginia levantó un cartel que decía "Deporten el odio" y "Regresa a tu hogar corrupto".
Trump hizo una pausa en su discurso mientras el hombre, identificado como Ibraheem Samirah, era retirado del lugar, pero no dijo nada.
"Soy el menos racista"
El presidente ha mostrado poco de esa moderación en las últimas dos semanas, en medio de una serie de insultos de fuerte contenido racial.
Trump arremetió primero contra cuatro congresistas demócratas no blancas, y luego contra un respetado legislador demócrata negro de Baltimore y un reverendo activista por los derechos civiles y candidato a la nominación presidencial del Partido Demócrata en 2004.
Sus comentarios le valieron señalamientos de buscar profundizar deliberadamente las divisiones raciales en el país para complacer a su base de votantes blancos de clase trabajadora con miras a su reelección en 2020.
"Soy la persona menos racista del mundo", declaró Trump a periodistas en la Casa Blanca.
Pero agregó que el reverendo negro Al Sharpton, el último blanco de sus ataques, sí lo es, y siguió criticando a Baltimore, dominada hace varios años por políticos demócratas.
Durante el fin de semana, Trump describió a esa metrópolis portuaria como un "desastre infestado de ratas y roedores" no apta para que vivan humanos y culpó de esto a Elijah Cummings, el demócrata que representa a gran parte de la ciudad en el Congreso.