El presidente de México tendrá 'seguramente' un encuentro con Donald Trump
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este viernes que ve probable tener un encuentro con su homólogo estadounidense, Donald Trump, y estimó que la reunión podría ser para evaluar el avance del acuerdo que frenó la imposición de aranceles.
"Vamos seguramente a tener este encuentro más adelante. Queremos evaluar el resultado del acuerdo (migratorio) y esto podríamos hacerlo de manera conjunta", dijo el mandatario desde Palacio Nacional, unas horas después de que el jueves el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresase su deseo de tener una reunión con el mexicano.
"Desde luego que podría darse este encuentro", reiteró el líder del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
En una entrevista televisiva con Telemundo, Trump dijo: "Me gusta Andrés Manuel López Obrador, quiero reunirme con él".
López Obrador aprovechó este viernes para recalcar que su Gobierno siempre ha defendido "tener relaciones con todos los gobiernos y pueblos del mundo".
Y especialmente "tener buenas relaciones con el Gobierno de Estados Unidos, con el presidente Donald Trump".
Este intercambio de mensajes cordiales llega después de unas intensas semanas en las que las relaciones diplomáticas entre ambos países peligraron ante la amenaza de una posible guerra comercial.
Cuestionado por la prensa, López Obrador dijo que no se puede "rehuir a un gobierno".
Y, sobre la posible reunión con Trump, estimó que esta podría darse el 7 de septiembre cuando culmine el periodo de evaluación del acuerdo, que ha de arrancar a mediados de julio.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, aprovechó su intervención de este viernes para recordar que "el escenario podría ser de una guerra comercial entre los dos países y en lugar de eso" se está viendo a un Trump sosegado, en son de paz.
Para lograr eso, México se comprometió a implementar un plan migratorio que frene el éxodo procedente de Centroamérica rumbo a Estados Unidos.
Varias acciones se han ido sucediendo en los últimos días: el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur de México, un incremento notable de los agentes migratorios y un plan de desarrollo para el sur del país y los países centroamericanos.
Ebrard expuso que ya terminó el despliegue de la Guardia Nacional por la frontera sur y que finalmente se incorporaron 650 agentes migratorios, sin ser este el número definitivo, pero sí el suficiente para empezar a operar.
El jueves, el Gobierno anunció que invertiría en El Salvador un monto de 30 millones de dólares para fomentar el empleo a través de un programa de reforestación.
Este mismo mecanismo se replicará posteriormente, con una inversión similar, en Guatemala y Honduras, países en los que la crisis climática ha arrasado con muchísimos empleos y ha provocado un éxodo masivo.
"Se van a invertir 100 millones de dólares para implementar un programa muy parecido a Sembrando Vida (de reforestación) en este caso en El Salvador, después en Guatemala y después en Honduras", detalló.
Con esto "se quiere demostrar que estas acciones pueden generar oportunidades inmediatas para las personas".
Asimismo, Ebrard informó que 17 organismos de Naciones Unidas participarán en este "programa sin precedentes" para el desarrollo de Centroamérica.
También la Unión Europea parece estar dispuesta a respaldar este plan impulsado por México, según un comunicado emitido ayer por el organismo.
Por otra parte, Ebrard insistió en la importancia de actuar para erradicar el tráfico de personas, que es actualmente "un hecho que no se puede negar que exista".
Tras el reciente recate de casi 800 migrantes que se encontraban viajando hacinados en camiones, el canciller aseguró que esto no es un hecho aislado y que el Gobierno está invirtiendo esfuerzos y recursos para acabar con "una red" de tráfico de personas que empieza antes de salir del país de origen y termina en Estados Unidos.
Expresó también la preocupación del Gobierno mexicano por la presencia de numerosos menores no acompañados que viajan con estas "mafias", quienes solicitan entre 3.500 y 5.000 dólares a cada persona que quiera llegar a Estados Unidos.
"Se está judicializando e investigando a estas redes de financiamiento, que recaudan miles de millones de dólares. (Estas medidas) llegaron para quedarse, México va a actuar de esa manera consistentemente", sentenció el canciller.