Periodistas mexicanos claman tras crimen de octavo reportero este año
"¡No más asesinatos!", exigía con su pancarta uno de los periodistas que marcharon este miércoles en la ciudad de Morelia (oeste) en protesta por el asesinato de Armando Linares, el octavo reportero ultimado este año en México.
"¡Ni con metralletas ni balas, la prensa no se calla!", se leía en el cartel de otro de los comunicadores que llegaron hasta la sede del Congreso del estado de Michoacán, donde reclamaron leyes para proteger al gremio periodístico.
Desde la tribuna de oradores, una decena de reporteros de Morelia (capital de Michoacán) expresaron su indignación por el crimen de Linares, director del portal de noticias Monitor Michoacán, ocurrido la tarde del martes en su vivienda del municipio de Zitácuaro.
Linares, quien era velado este miércoles en esa localidad, fue baleado apenas mes y medio después del homicidio de Roberto Toledo, colaborador del mismo medio.
Desde enero pasado han sido asesinados ocho comunicadores en México, uno de los países más peligrosos para la prensa con cerca de 150 homicidios desde el año 2000, según Reporteros Sin Fronteras (RSF).
En este año particularmente cruento han caído además Juan Carlos Muñiz, Heber López, Lourdes Maldonado, Margarito Martínez, José Luis Gamboa y Jorge Luis Camero, este último el 24 de febrero, dos semanas después de haber dejado su cargo en una alcaldía de Sonora (norte).
Las víctimas cubrían las guerras entre narcotraficantes e investigaban hechos de corrupción en sus territorios.
"Exhibir corrupciones de gobiernos, funcionarios y políticos corruptos nos llevó a la muerte de uno de nuestros compañeros (...). No vamos a dejar las cosas así, las vamos a llevar hasta sus últimas consecuencias", había advertido Linares el 31 de enero en un emotivo video en el que repudió la muerte Toledo.
Alianza criminal
Al lamentar este miércoles el crimen de Linares, el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó que funcionarios públicos estén detrás de los homicidios de periodistas ocurridos este año en México.
"No hay en ninguno de estos asesinatos elementos para señalar como responsables a funcionarios públicos", aseguró López Obrador en su habitual conferencia de prensa.
"Son crímenes que han cometido bandas de delincuentes", añadió el mandatario izquierdista, al reiterar su promesa de "cero impunidad" frente a estos hechos.
Hasta la semana pasada el presidente aseguró que su gobierno tenía documentados cinco homicidios de periodistas, aunque RSF y la organización local Artículo 19 registraban entonces siete casos.
López Obrador dijo entonces que se habían llevado a cabo 17 arrestos por cuatro de los asesinatos.
El subsecretario de Derechos Humanos de la secretaría de Gobernación (Interior), Alejandro Encinas, reportó este miércoles en un foro con periodistas que "el 45% de las agresiones que sufren los periodistas vienen particularmente de agentes del Estado, en el ámbito de los estados y los municipios".
"Agentes de la delincuencia organizada y agentes del Estado mexicano coludidos con la delincuencia organizada son la principal fuente de agresión a periodistas", expuso el funcionario.
En diálogo con la AFP, Balbina Flores, representante de RSF, pidió a la fiscalía de Michoacán "una investigación ejemplar en este caso y garantizar la seguridad de los compañeros de trabajo de Linares y su familia".
RFS sitúa en 92% la impunidad en los homicidios de periodistas en México.
El crimen de Linares también fue repudiado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que llamó al Estado mexicano a "atender con responsabilidad y seriedad los reclamos para frenar la violencia contra los periodistas".
"En México los periodistas viven atrapados y enfrentando desde hace años ataques violentos, sin siquiera recibir la atención debida de su propio gobierno, que reacciona a la defensiva ante cada reclamo", denunció Jorge Canahuati, presidente de la SIP.
López Obrador, enfrentado a un sector de la prensa tradicional al que acusa de servir a intereses privados, tilda de "injerencistas" recientes reclamos de Estados Unidos y el Parlamento Europeo para que su gobierno proteja a los reporteros.