Tras la guerra, militares retirados de Estados Unidos apuntan al Congreso

Andrew Grant, candidato por primera vez en el Congreso de los Estados Unidos, posa para un retrato frente a su camioneta de campaña. / AFP
Afp
18 2018 - 13:42

Del terreno de combate a las luchas electorales. Varios militares retirados, tanto republicanos como demócratas, se lanzaron este año por primera vez a la política en Estados Unidos con la esperanza de aportar al Congreso sentido del deber y patriotismo, a través de las líneas partidistas.

Washington lo puede necesitar.

La crispación en el Capitolio desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha acentuado profundamente las divisiones partidistas, lo que ha disgustado a los electores: la confianza de los votantes es solo de 19%.

Con mucha presencia en el Congreso en otras décadas, los lugares ocupados por los veteranos son escasos, al pasar de cerca del 70% de los legisladores en la década de 1970, a solo 20% actualmente.

Pero esto podría cambiar: unos 200 veteranos se presentan a las elecciones del 6 de noviembre para renovar la cámara de Representantes (435 bancas) y un tercio de sus senadores (35 bancas).

Entre ellos, un número récord de mujeres demócratas determinadas a servir como un contrapoder ante el presidente republicano. También muchos soldados, paracaidistas, pilotos de combate o agentes de inteligencia que maduraron en la época de los atentados del 11 de septiembre antes de servir en Irak o en Afganistan.

En ese contingente de candidatos figuran tanto los demócratas que están tratando de arrebatar los feudos a republicanos y estos a su vez quieren tomar los bastiones demócratas, como el exmarino Andrew Grant, que se postula en una California muy progresista.

"Incendio en Washington"

El común denominador en los mensajes de campaña es la voluntad de servir.

"Los rescatistas suelen ir adonde está la urgencia, y en este momento el fuego está en Washington, así que ahí es donde quiero servir a mi país", confió a la AFP MJ Hegar, candidata demócrata de 42 años, durante un acto de campaña en Texas.

Mariée, madre de familia, fue condecorada con el prestigioso "Corazón Púrpura" por haber resultado herida en combate en Afganistan en 2009.

De regreso en Estados Unidos e indignada al ver que las mujeres tenían prohibido ir a combate en primera línea demandó al Pentágono en 2012 y tuvo éxito al conseguir que esta prohibición fuera levantada.

Son pocas las mujeres combatientes que como veteranas han sido electas al Congreso.

Entre ellas está la senadora demócrata Tammy Duckworth, que perdió una pierna en un accidente de su helicóptero en Irak, y la expiloto de combate Martha McSally, que fue electa a la cámara baja por el partido Republicano y que esta vez postula al senado por su estado Arizona.

Para favorecer la emergencia de un "gobierno más eficiente y menos dividido", la organización estadounidense "With Honor" apoya este año 39 candidatos de ambos partidos.

Seis son mujeres, como Gina Ortiz Jones, veterana de la fuerza aérea es candidata texana a la Cámara o Elaine Luria, quien quiere representar a Virginia.

Con casquillo corto, tatuajes en los brazos y una sonrisa cálida, El demócrata Richard Ojeda, de 47 años, quiere representar en Washington a Virginia Occidental, un estado donde el republicano Donald Trump aplastó a su rival Hillary Clinton.

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