Mark Zuckerberg apura su 'entrenamiento' para pedir perdón al Congreso de los EE.UU.
El presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, pedirá mañana martes perdón al Congreso de Estados Unidos por su gestión de la red social, una comparecencia en la que tratará de mostrar encanto y humildad.
El multimillonario, de 33 años, ha contratado a un equipo de asesores para combatir su miedo a hablar en público y cambiar su imagen de joven desafiante por la de un adulto maduro, dispuesto a pedir perdón y hacer cambios serios.
Zuckerberg comparecerá el martes ante los comités de Comercio y Justicia en el Senado, mientras que el miércoles lo hará ante la comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes.
Según el testimonio filtrado hoy a los medios, el directivo de Facebook se está preparando para asumir responsabilidades en primera persona y decir: "Fue mi error y lo siento".
"Está claro ahora que no hicimos lo suficiente para prevenir que estas herramientas fueran usadas para hacer daño. Esto va por las noticias falsas, la interferencia extranjera en elecciones, el discurso del odio y la privacidad de datos", dirá este martes Zuckerberg, según el testimonio que tiene preparado, filtrado hoy a los medios.
De cara al maratón que le espera en el Congreso, Zuckerberg contrató a un equipo de asesores especializados en comunicación, entre los que figura un asesor especial del expresidente George W. Bush, Reginald J. Brown, que estuvo en la Casa Blanca entre 2003 y 2005.
De esa forma, durante las dos últimas semanas, Zuckerberg se ha preparado para la comparecencia como si se tratara de un examen final y con el objetivo de cambiar la imagen de secretismo que parte del público estadounidense tiene de él.
Según medios locales, uno de los cambios que Zuckerberg tiene pensado implantar mañana tiene que ver con su vestimenta: aparecerá con traje y corbata, en vez de comparecer con sus habituales pantalones vaqueros y camiseta gris claro.
Zuckerberg quiere reflejar en su vestimenta algunas de las ideas que quiere destacar estos días ante el Congreso.
Según el testimonio preparado, Zuckerberg reconocerá que su compañía reaccionó "de manera lenta" a la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2016, algo que Moscú niega y que, en EE.UU., está siendo investigado por el fiscal especial Robert Mueller.
El testimonio menciona a la empresa Internet Research Agency, con sede en San Petersburgo (Rusia) y a la que Mueller acusa de recolectar datos de ciudadanos estadounidenses.
Por primera vez, Zuckerberg revelará mañana que esa empresa rusa "actuó repetidamente de manera engañosa" tratando de manipular a ciudadanos de Europa, Estados Unidos y Rusia.
En concreto, Zuckerberg cree que Internet Research Agency llegó a 126 millones de personas mediante una sola página de Facebook, mientras que la empresa rusa alcanzó a 20 millones de personas en Instagram, donde los usuarios compartieron o expresaron simpatía por contenido vinculado a esa compañía rusa.
El multimillonario tratará de convencer a los legisladores de que Facebook está mejorando la seguridad de sus usuarios de cara a las elecciones de este 2018, como las de Brasil y México.
Según medios locales, Zuckerberg aprovecha este último día antes de su esperada aparición para mantener reuniones con algunos congresistas, entre los que se encuentran miembros de los comités que han pedido su comparecencia.
Por otra parte, en una entrevista al medio The Atlantic, el empresario rechazó hoy la opción de dimitir y aseguró que desde la fundación de Facebook ha trabajado "en muchos problemas complicados en los últimos 14 años" y confía en poder superar estos.
La comparecencia se producirá después de que en marzo varios medios revelaran que la empresa británica Cambridge Analytica tuvo acceso en 2014 a datos recopilados por Facebook y usó esa información para construir un programa informático destinado a predecir las decisiones de los usuarios e influir en ellas.
Cambridge Analytica supuestamente colaboró con el equipo del ahora presidente, Donald Trump, durante la campaña para las elecciones de 2016.
En un principio, Facebook cifró en 50 millones el número de afectados, pero a principios de abril admitió que Cambridge Analytica accedió en todo el mundo a los datos de 87 millones de usuarios (la mayoría de EE.UU.).
Aunque Zuckerberg se ha puesto a disposición de las instituciones estadounidenses, ha rechazado dar explicaciones personalmente ante el Parlamento de Gran Bretaña, donde tiene sede Cambridge Analytica.