Manafort se declara no culpable del fraude hipotecario ante un juez de Nueva York
Paul Manafort, el exjefe de campaña del presidente estadounidense, Donald Trump, se declaró este jueves no culpable ante un juez de Nueva York, en un nuevo juicio contra él por fraude hipotecario.
Manafort, que cumple dos penas de cárcel de más de siete años por fraude fiscal y bancario, compareció esposado y vestido con el mono azul característicos de los presos ante el juez Maxwell Wiley del Tribunal Supremo de Nueva York para escuchar los cargos contra él.
El pasado marzo, el fiscal del distrito sur de la Gran Manzana, Cyrus Vance, lo acusó formalmente de otros dieciséis cargos de fraude fiscal y bancario, por los que ahora será juzgado.
Según dijo entonces Vance, la imputación responde a "un fraude hipotecario de un año de duración, mediante el cual Manafort y otras personas falsificaron registros comerciales para obtener ilegalmente millones de dólares".
La fiscalía de Nueva York presentó los cargos el 13 de marzo, solo unas horas después de que Manafort hubiera escuchado su segunda sentencia carcelaria de voz de la jueza Amy Berman Jackson, del Distrito de Columbia.
La investigación de la Fiscalía neoyorquina respondía al temor de que Trump recurriera al indulto para evitar la prisión de su antiguo brazo derecho electoral. En aquel momento, la jueza remarcó que el exjefe de campaña de Trump, de 70 años, había pasado gran parte de su trayectoria dedicado a "engañar al sistema".
Según informa el diario local Courthouse, el abogado de Manafort Todd Blanche, ha asegurado que presentará una apelación contra los cargos a los que se enfrenta su cliente.
La red de procesos contra Manafort es producto de la investigación de la "trama rusa", liderada por el fiscal especial Robert Mueller, pero no está relacionada con las actividades que desempeñó dentro de la campaña de Trump.
Mueller acusa a Manafort de haber creado una "red de entidades y cuentas bancarias" en diferentes países para ocultar 75 millones de dólares que obtuvieron principalmente del Gobierno prorruso de Ucrania y de oligarcas rusos.
Manafort, que dirigió la campaña de Trump entre mayo y agosto de 2016, tuvo que dimitir tras descubrirse que había recibido 12,7 millones de dólares por asesorar en secreto al expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014), vinculado a Moscú.
Cuando en mayo de 2017 el Departamento de Justicia nombró a Mueller para investigar la presunta injerencia del Kremlin en las elecciones a la Casa Blanca del año anterior, este puso la lupa en las finanzas de Manafort para forzarle a colaborar en la pesquisa.
Cercado por las acusaciones en su contra, Manafort terminó por firmar un acuerdo de colaboración con los fiscales de Mueller que investigaban la campaña de Trump a cambio de recibir una condena reducida en sus procesos.
Sin embargo, Mueller rompió el trato al considerar que Manafort le había mentido de forma reiterada, algo que la jueza Jackson consideró probado y lo que podría haber agravado la sentencia.