López Obrador y Peña Nieto se reúnen para preparar traspaso de mando en México
Tras triunfar en la elección presidencial de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador se reúne este martes con el presidente Enrique Peña Nieto para preparar la transición de gobierno.
"Estoy tranquilo, seguro, con el respaldo de los ciudadanos mexicanos y con ánimos de conciliación y de buscar una transición ordenada para beneficio de todos", dijo a la prensa López Obrador a su llegada a la reunión privada en el Palacio Nacional en la capital mexicana.
Peña Nieto, del partido Partido Revolucionario Institucional (PRI), llamó a su sucesor para felicitarlo y le ofreció apoyo "para tener todos los elementos durante el programa de transición", indicó el mandatario electo en una entrevista el lunes.
El traspaso de mando se celebrará el 1 de diciembre.
En su tercer intento consecutivo por alcanzar la silla presidencial, López Obrador, de 64 años y del partido Morena, triunfó en las elecciones generales del domingo con cerca del 53% de los votos, más de 30 puntos por encima del segundo lugar.
En su ambicioso proyecto de nación 2018-2024, López Obrador pretende un rescate del campo, revisar millonarios contratos derivados de la reforma energética, un gobierno "austero, sin lujos ni privilegios" y reducir sueldos de altos funcionarios públicos hasta en un 50%.
Su prioridad es incrementar los programas sociales y reducir la pobreza en México, que alcanza a más de 53 millones de personas, incluidas más de siete millones viviendo en pobreza extrema.
El lunes, el equipo económico de López Obrador -encabezado por Carlos Urzúa, quien sería ministro de Hacienda- sostuvo conferencias telefónicas con inversionistas para dar tranquilidad al mercado.
Urzúa había adelantado a la AFP que el nuevo gobierno será fiscalmente responsable, respetará la autonomía del Banco de México y mantendrá el régimen de libre flotación del tipo de cambio.
Una vez que asuma el cargo, López Obrador deberá enfrentar algunos de los retos más apremiantes del país como la galopante inseguridad, la corrupción y la complicada relación con el gobierno de Donald Trump.
El lunes, en una llamada telefónica con Trump, López Obrador propuso a Estados Unidos un acuerdo para reducir la migración, uno de los puntos de más alta tensión.
En una entrevista televisiva el lunes por la noche, el presidente electo de México dijo que la llamada con Trump fue "en muy buenos términos y respetuosa".