La llegada de miles de menores solos a EEUU, primer reto para Biden en la frontera

Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Afp
04 2021 - 21:15

Nueva York/La llegada de miles de menores indocumentados a Estados Unidos por la frontera sur enfrenta al gobierno de Joe Biden al riesgo de una crisis en una de las zonas políticamente más sensibles de su país.

El presidente demócrata asumió el cargo con la promesa de una política migratoria más humana que la de su antecesor Donald Trump, pero para algunos defensores de los inmigrantes, son en parte sus propias decisiones las que están contribuyendo a un alza en la llegada de menores no acompañados.

Aplicando una normativa adoptada por Trump a raíz de la pandemia de coronavirus, el gobierno de Biden está deportando a la mayoría de los inmigrantes sin papeles detenidos en la frontera, originarios sobre todo de Centroamérica.

Pero Biden, a diferencia de Trump, decidió no expulsar a los menores que llegan solos huyendo de la violencia y la miseria y desbordan los refugios, que además operan con capacidad reducida debido a la pandemia.

"Viejos patrones"

Es una crisis en ciernes, advierten activistas. Aseguran que aceptar solamente a los menores que llegan sin acompañante lleva a muchos padres a separarse de sus hijos, a veces para siempre, y a enviarlos solos en un viaje extremadamente peligroso.

Además, una vez llegados a Estados Unidos niños y jóvenes pueden pasar largo tiempo en centros de detención donde pueden ser víctimas de abusos, alertan.

"Las políticas de Trump a Biden son las causantes de lo que está sucediendo (...) Muchas de nuestras políticas fronterizas colocan a los padres en una posición en la cual su única opción es enviar a su hijo solo, para que esté seguro" en Estados Unidos, dijo a la AFP la abogada Allegra Love, del Santa Fe Dreamers Project, que suministra servicios legales gratuitos a inmigrantes.

La mayoría de los menores que llegan solos, algunos de apenas seis años, deben hacer una cuarentena de 10 días y tras dos tests covid negativos quedan en detención en otras instalaciones a través del país mientras se intenta localizar a sus familiares en Estados Unidos.

El resultado, según los críticos, es que su estadía en estos centros donde se han denunciado serios abusos en el pasado, a veces se prolonga meses.

"Hay muchas presiones para que las familias tomen la decisión de separarse", dijo a la AFP Joshua Rubin, activista de la organización Witness at the Border (Testigo en la frontera).

Las autoridades están "cayendo en viejos patrones", "causando una crisis" y "poniendo a los menores en una situación en la cual serán ciertamente perjudicados y traumatizados", añadió.

El gobierno de Biden prefiere no hablar de crisis.

"Es un desafío estresante. Esa es francamente la razón por la cual estamos trabajando tan duro", dijo el lunes el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas.

"El gobierno está en una posición nada envidiable" y es criticado de todos lados, dijo la abogada Jennifer Podkul, de la organización Kids in Need of Defense (KIND), que ha trabajado en la frontera.

"Es muy duro, tienen que empezar de cero. Trump destrozó el sistema de protección (de migrantes) en Estados Unidos" y el gobierno de Biden "no empieza desde un lugar neutral, sino con un déficit", sostuvo.

"Terribles experiencias"

Los menores que viajan solos "son blanco de explotación sexual, prostitución y trabajo forzado. Muchos de ellos tienen experiencias terribles" y huyen de narcos y pandillas, dijo a la AFP Belinda Bradford, vicedirectora de Good Neighbor Settlement House, un refugio que alimenta y asiste a familias que demandan asilo en Bronxville, Texas, frente a la ciudad mexicana de Matamoros.

El gobierno de Biden reabrió recientemente en Carrizo Springs, Texas, un refugio temporario para alojar a unos 700 inmigrantes adolescentes. Y planifica la reapertura de otro aún mayor en Homestead, Florida, dijo Rubin. También hay planes para erigir más tiendas de campaña que puedan alojar menores.

"Nuestra esperanza y expectativa es que no permanezcan abiertos demasiado tiempo", dijo Biden la semana pasada a Univisión.

La cifra total de inmigrantes sin papeles que llegan a la frontera cayó a partir de mediados de 2019, cuando Trump aprobó medidas para impedir que ingresaran a Estados Unidos a pedir asilo.

Pero está en alza desde abril. Según funcionarios de su propio gobierno, en parte debido a la esperanza que generan entre los inmigrantes algunas de sus políticas, incluida la legalización de 11 millones de extranjeros sin papeles que ya residen en Estados Unidos.

En enero más de 5.800 menores solos fueron detenidos por la patrulla fronteriza.

La cifra aún no supera el nivel de los gobiernos de Barack Obama o Trump. En mayo de 2019, un récord de 11.000 menores ingresaron al país. Pero eso puede cambiar.

"No creo que la llegada de inmigrantes termine alguna vez", estimó Bradford, la responsable del refugio en la frontera texana. "Durante siglos Estados Unidos ha sido tierra de oportunidades, de nuevos comienzos".

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