Justicia de Nueva York retira cargos a mayoría de manifestantes propalestinos de Columbia
El 30 de abril, 46 personas que se habían atrincherado en esa universidad privada neoyorquina, en el marco de las protestas contra la guerra en Gaza, fueron detenidas durante el desalojo policial.
La justicia de Nueva York desestimó este jueves los cargos contra una treintena de manifestantes propalestinos detenidos durante la ocupación de un edificio en la Universidad de Columbia a finales de abril, anunciaron los portavoces del grupo al término de la vista.
El 30 de abril, 46 personas que se habían atrincherado en esa universidad privada neoyorquina, en el marco de las protestas contra la guerra en Gaza que sacudieron los campus estadounidenses, fueron detenidas durante el desalojo policial y acusadas de allanamiento en tercer grado, un delito menor.
Este jueves comparecieron ante la justicia en el mismo tribunal de Nueva York donde un jurado declaró a fines de mayo al expresidente estadounidense Donald Trump culpable de ocultar pagos para comprar el silencio de una exactriz porno.
El fiscal Stephen Millan informó que su oficina retiraba los cargos contra 30 manifestantes, debido a falta de pruebas. La fiscalía ya había desestimado las acusaciones contra otro alumno que participó en las manifestaciones contra la guerra lanzada por Israel en Gaza en represalia por un mortal ataque del grupo islamista Hamás el 7 de octubre.
Al resto, la justicia neoyorquina les dio seis meses para retirar los cargos si no cometen ningún delito durante este periodo.
Al término de la audiencia, portavoces de los estudiantes acusaron al "estado" de "intentar una vez más" dividirlos "retirando las acusaciones a algunos y ofreciendo a otros acuerdos siguiendo su narrativa agitadora" y prometieron continuar su lucha a favor de la "causa palestina".
"Nos negamos a abandonar a nuestros compañeros o respaldar tácitamente la definición estatal de protestas legítimas o ilegítimas", dijeron los portavoces en una declaración, acompañados por decenas de compañeros, muchos con el rostro y la cabeza cubiertos pese al tórrido calor.
La Universidad de Columbia fue epicentro en abril de las protestas que se propagaron por otros centros universitarios del país y del mundo, planteando un desafío a las autoridades universitarias que intentaban equilibrar los derechos de libertad de expresión con las quejas de que las concentraciones habían derivado hacia el antisemitismo y el odio.