Los jóvenes hablan alto y claro por un mayor control de armas en EE.UU.
Los jóvenes, y en especial los alumnos del instituto de Parkland (Florida) en el que el miércoles se registró un tiroteo, han tomado el protagonismo a la hora de reclamar un mayor control de armas en Estados Unidos.
Ese sentimiento de frustración y rabia se vio reflejado en las voces de los estudiantes de la secundaria Marjory Stoneman Douglas, que el sábado clamaron por un "cambio" durante una concentración en Fort Lauderdale, a unos 40 kilómetros de Parkland, y que ha tenido su cara más visible en la joven de 18 años Emma González.
En su emotivo discurso, la estudiante demandó a los congresistas que actúen para modificar las regulaciones sobre el uso de armas y de esta manera prevenir nuevas matanzas en escuelas y universidades.
"Nosotros los estudiantes hemos aprendido algo, es que si no estudias, fracasarás. Y en este caso, si activamente no haces nada, la gente seguirá muriendo", señaló a cerca de mil asistentes a la concentración, delante de la sede de los juzgados federales.
"Si todo lo que nuestro Gobierno y presidente pueden hacer es enviar pensamientos y oraciones, entonces es hora de que las víctimas seamos el cambio que necesitamos ser", manifestó la joven, quien auguró que su generación liderará el cambio que permitirá que la de Marjory Stoneman Douglas sea "la última matanza" en un colegio.
En declaraciones al diario Miami Herald, difundidas hoy, González vaticinó que mítines como los del sábado se repetirán en los próximos meses y que los jóvenes se verán más envueltos en política porque la regulación sobre el acceso de armas "tiene que cambiar".
Por lo pronto, la Marcha de las Mujeres, el grupo que ha realizado marchas en defensa de los derechos de las mujeres, hizo una convocatoria para el 14 de marzo a manifestaciones en todo el país junto a estudiantes y maestros de escuelas.
Asimismo, la Red para la Educación Pública convocó a un "Día Nacional de Acción" para el 20 de abril, cuando se cumplen 19 años de la matanza de la secundaria Columbine, en Colorado, en la que dos estudiantes con armas de fuego mataron a 12 estudiantes y un profesor.
Las voces pidiendo acción se han multiplicado a partir del miércoles, el día en que Nikolas Cruz, de 19 años, ingresó a la secundaria Marjory Stoneman Douglas con un fusil semiautomático y mató a 17 personas.
"Estamos perdiendo nuestras vidas mientras los adultos están jugando por ahí", señaló el también estudiante Cameron Kasky a la cadena CNN.
Mientras David Hogg, de 17 años y director del periódico de la escuela donde se perpetró la matanza, señaló a la cadena que lo que realmente se necesita es "una acción permanente" que dé como resultado se salve "la vida de miles de chicos".
Durante el ataque, Hogg se escondió en el ropero de un aula junto otros compañeros y, en medio de la oscuridad, empezó a entrevistarlos con la cámara de su teléfono para dejar constancia a los congresistas de la "necesidad de reformas" y evitar así otro episodio similar.
La escuela Marjory Stoneman Douglas, que desde la masacre ha permanecido cerrada, abrirá sus puertas el próximo jueves y permitirá que el personal docente y administrativo vuelva a las instalaciones "hacia el final de la semana", informó hoy el distrito escolar del Condado Broward.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, quien se encuentra este fin de semana en su club privado de Mar-a-Lago, situado a 60 kilómetros al norte de Parkland, se ha mantenido alejado de los campos de golf, un ritual al que no falla durante sus estancias en el sur de Florida.
Según el diario The Washington Post, los allegados del mandatario han señalado que ello ha sido una forma de guardar "respeto" a las 17 víctimas mortales del tiroteo.
Trump visitó el viernes a los heridos del ataque en un hospital local y el sábado señaló en Twitter que los demócratas no quisieron aprobar una legislación para aumentar el control de armas en el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).
También criticó que "el FBI no atendiera las muchas señales que envió el autor del tiroteo en la escuela de Florida" por estar "tratando de probar que hubo conspiración rusa" en su campaña.
El pasado viernes, el FBI reconoció que cometió un error al no haber seguido los protocolos oportunos, cuando el 5 de enero fue alertado del comportamiento agresivo de Nikolas Cruz, lo que llevó al gobernador de Florida, Rick Scott, a pedir la renuncia del director de esa agencia de investigación, Christopher Wray.