En diez días, Hillary Clinton consigue regresar a su posición líder
La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton ha desvanecido en los últimos diez días varios meses de dudas en cuanto a su fuerza mental y su capacidad de superar las dificultades, en una secuencia mediática triunfante que tranquilizaba a sus partidarios este viernes.
"Guau, menuda semana ¿no?", dijo la candidata sonriente este viernes, aclamada por una reunión de mujeres demócratas en Washington. Y es que los trofeos se acumulan, dando la impresión de que Hillary ha conseguido detener el pánico que se adueñaba de su campaña.
El pasado 13 de octubre, Hillary que parecía oxidada siete años después de su primera campaña, ofreció una presentación impecable en el primer debate demócrata de las primarias ante 15 millones de telespectadores.
Dos días más tarde, el 15 de octubre, su campaña confirmó un incremento récord de la recaudación de fondos del trimestre precedente, y el 21 su potencial rival, Joe Biden, actual vicepresidente de Barack Obama, renunció a presentarse.
El jueves 22, la ex secretaria de Estado hizo una comparecencia sin un solo error en una larga audiencia en el Congreso, sin ceder ante los republicanos, que la acusan de negligencia en los ataques perpetrados en 2012 contra la misión diplomática de Estados Unidos en Bengasi (Libia).
Y eso sin contar la retirada de la carrera electoral de dos candidatos demócratas más o menos simbólicos.
Cuando Hillary Clinton confirmó en abril su candidatura, era la archifavorita en el campo demócrata para suceder a Obama: más del 60% de los integrantes de su partido estaban a su favor.
Pero una vez que se embarcó en el furor de la campaña, la candidata perdió terreno, fragilizada por la denuncia sobre el uso de un sistema privado de correo electrónico mientras fue secretaria de Estado, a pesar de las consignas oficiales.
Hillary cayó al 40% de los votos demócratas en septiembre y Bernie Sanders, un senador independiente socialista de 74 años, tomó terreno.
Para la campaña demócrata se augura un otoño boreal crucial, comparable con lo ocurrido en las primarias de 2008, cuando el joven senador Barack Obama terminó por eclipsar a la que parecía aplastante Clinton.
Los Clinton "nunca abandonan"
Su presentación del jueves en el Congreso no atrajo, sin embargo, muchedumbres en Alexandria (Virginia), donde Hillary Clinton era esperada a la hora de comer para una pequeña reunión en la plaza del ayuntamiento.
Sus partidarios presentes se mostraron, de todas formas, felices que ver a la mujer de Estado, experimentada y sólida, que es para ellos Hillary Clinton.
"Hillary ha estado formidable", exclamó Wilma Lovelace, una jubilada del lugar.
"Es la jefa", dijo Mary Shine, también jubilada, orgullosa de lo ocurrido en la audiencia en el congreso el jueves. Los republicanos "le ofrecieron horas para demostrar que ella es capaz de ser comandante en jefe".
"Es verdad, el verano ha sido difícil pero ella ya está de vuelta, tuvo un desempeño muy presidencial en el debate", dijo Jeremy Dickie, trabajador de una ONG en Washington, de 24 años.
"Conozco a los Clinton, nunca he visto gente más sólida, no abandonan nunca", estimó por su parte el arquitecto Charles Lehner, de 55 años.
El equipo de campaña de Clinton aprovechó inmediatamente la buena semana para reunir a las tropas a través de las redes sociales y por correo, empleando de manera recurrente el término "futura presidenta".
Las campañas presidenciales están llenas de imprevistos, a más de un año de las elecciones de noviembre de 2016.
Sería imprudente concluir que Clinton tiene las primarias en el bolsillo, pero el camino de la investidura está más despejado que en ningún otro momento desde el verano boreal, en lo que se ha convertido en una disputa entre ella y Bernie Sanders.
Su curva de sondeos ya ha comenzado a recuperarse y debería continuar con esta tendencia tras la renuncia de Joe Biden.