FBI enfrenta ola de amenazas alentadas por Trump
Washington, Estados Unidos/Senadores de Estados Unidos condenaron el martes las amenazas violentas en contra del FBI, y culparon al expresidente Donald Trump por la ola de abusos contra agentes federales desde que se llevó a cabo una redada en su casa de Miami, en el sur de la Florida.
La condena de los legisladores llega un mes después de que el FBI encontrara cientos de documentos, incluyendo docenas marcados como "secreto" o de "ultrasecreto" en la propiedad de Trump en Mar-a-Lago, donde vive desde que dejó la Casa Blanca en 2020.
El exmandatario republicano, que ha acusado al FBI de sesgo en su contra desde inicios de su presidencia, ha arremetido contra el allanamiento "ilegal", que fue aprobado por un magistrado al determinar que había posible evidencia, incluyendo el mal manejo de documentos secretos de la Casa Blanca.
"Repetidamente he dejado claro que la violencia contra las autoridades no es -nunca-- aceptable, sin importar la ideología detrás", dijo Dick Durbin, director demócrata del poderoso Comité Judicial.
"Pero he aquí la realidad: en el pasado mes, después de ejecutarse una orden de allanamieno en la casa de verano de Donald Trump en Mar-a-Lago, el FBI enfrenta una ola de amenazas contra sus empleados y sus sedes, y estas amenazas han sido incitadas por el presidente Trump y sus aliados".
El FBI y el departamento de Seguridad Nacional dieron cuenta detallada de la creciente ola de amenazas y de actos de violencia contra autoridades federales después del allanamiento del 8 de agosto.
Durbin dijo que no podía compartir detalles del informe que las agencias dieron a los senadores a puerta cerrada la semana pasada, pero dijo que sus colegas lo encontraron "impactante".
El texto de los legisladores, votado unánimemente, describe algunos de los intentos intimidatorios contra los agentes federales, incluyendo una amenaza de "bomba sucia" afuera de la sede del FBI, llamados a una "guerra civil" y a una "rebelión armada", así como el incidente con un hombre armado en la sede de esa agencia en Cincinnati el 11 de agosto.