EEUU retira oferta de recompensa por arresto de nuevo dirigente de Siria
HTS lideró la alianza rebelde que tomó el poder en Damasco el 8 de noviembre, tras una ofensiva relámpago que terminó derrocando a Bashar al Asad.
Estados Unidos anunció este viernes que retiró la oferta de recompensa por arrestar al nuevo dirigente de Siria, el islamista Ahmed al Sharaa, catalogado hasta ahora como "terrorista" por Washington, tras un primer contacto formal en Damasco con el nuevo gobierno interino.
Un funcionario del nuevo ejecutivo, que solicitó el anonimato, calificó previamente de "positiva" la reunión entre Sharaa y una delegación estadounidense, presidida por Barbara Leaf, responsable de Medio Oriente en el departamento de Estado.
"Tras nuestras conversaciones, le anuncié que retiraremos el ofrecimiento de recompensa que durante los últimos años hemos tenido vigente" por información sobre su paradero, dijo Leaf a la prensa tras reunirse con Al Sharaa.
Al Sharaa, cuyo nombre de guerra es Abu Mohamed al Jolani, es el dirigente del grupo islamista radical HTS, clasificado como "terrorista" por varios países, incluido Estados Unidos.
HTS lideró la alianza rebelde que tomó el poder en Damasco el 8 de noviembre, tras una ofensiva relámpago que terminó derrocando a Bashar al Asad.
El grupo, que fue la rama siria de Al Qaeda, afirma haber roto con el yihadismo y busca tranquilizar a la comunidad internacional tras más de 13 años de guerra civil que devastaron y fragmentaron el territorio.
En un país multiétnico y multiconfesional, la comunidad internacional está ahora atenta a la política de los nuevos líderes con las minorías y al futuro de las regiones kurdas semiautónomas del norte.
De visita en Ankara el viernes, la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, declaró que su país juzgará a los nuevos dirigentes "por sus actos".
"Alto el fuego" en Kobane
Las mujeres son "absolutamente indispensables" para reconstruir Siria, dijo el viernes Amy Pope, la directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de la ONU.
El jueves, cientos de personas se manifestaron en Damasco por la democracia y los derechos de las mujeres.
En Qamishli, en el noreste, miles de personas se manifestaron el jueves en apoyo de las fuerzas kurdas, que intentan repeler las ofensivas de los combatientes apoyados por Turquía, aliado del nuevo poder.
También se registran enfrentamientos alrededor de Kobane, una ciudad del norte del país que se convirtió en símbolo de la lucha contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
El EI sufrió allí su primer revés antes de ser derrotado en 2019.
"Trabajamos enérgicamente, conversando con las autoridades turcas y con las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias, dirigidas por los kurdos sirios). Creemos que la mejor solución es un alto el fuego en torno a Kobane", afirmó Leaf.
Para evitar que el EI vuelva a cobrar fuerza en Siria, donde no quedó totalmente erradicado, Washington apoya a las FDS, que controlan las áreas semiautónomas del norte del país.
El ejército estadounidense anunció el viernes haber eliminado a un dirigente del EI y a otro miembro del grupo en la provincia de Deir Ezzor.
La situación es muy volátil en esta región, donde la comunidad kurda, oprimida durante mucho tiempo, teme perder la limitada autonomía que tanto le ha costado adquirir desde 2011.
Primera misión diplomática formal
En Damasco, Leaf también señaló al nuevo dirigente sirio de la "necesidad crucial de garantizar que los grupos terroristas no puedan suponer una amenaza dentro de Siria ni fuera, incluido para Estados Unidos y nuestros socios en la región". "Se comprometió a hacerlo", afirmó.
La delegación estadounidense también se reunió con representantes de la sociedad civil en Damasco.
Se trata de la primera misión diplomática formal enviada por Washington desde el inicio de la guerra civil e incluye a Roger Carstens, encargado de buscar a estadounidenses desaparecidos en Siria, como el periodista Austin Tice, secuestrado en agosto de 2012.
Francia, Alemania, el Reino Unido y las Naciones Unidas también enviaron delegaciones a Damasco.
La caída de Bashar Al Asad fue recibida con júbilo por la población tras casi 14 años de guerra civil, desencadenada en 2011 por la represión de las protestas prodemocráticas.
El conflicto ha dejado medio millón de muertos y llevó a seis millones de sirios al exilio.