EE.UU. presenta cargos contra un libio por 'fabricar la bomba' de Lockerbie
Treinta y dos años después del atentado terrorista de Lockerbie, Estados Unidos presentó este lunes cargos contra el presunto fabricante de la bomba que explotó en el vuelo Pan Am 103 y mató a 270 personas, un ciudadano libio al que confía en juzgar en una corte federal en Washington.
Los cargos desclasificados este lunes contra Abu Agila Mohamed Masud, actualmente bajo custodia de las autoridades libias, suponen la última esperanza de Estados Unidos de impartir justicia en su suelo por el ataque de 1988, en el que murieron 190 estadounidenses.
"Ni el tiempo ni la distancia detendrán a Estados Unidos y a sus aliados en Escocia en su búsqueda de justicia en este caso", dijo el fiscal general de EE.UU., William Barr, al anunciar los cargos en una rueda de prensa en Washington durante el trigésimo segundo aniversario del atentado.
Barr se declaró "optimista" de que el Gobierno libio acceda a extraditar a Masud, lo que permitiría a Estados Unidos programar el primer juicio en su suelo por el que fue el segundo atentado más letal de la historia estadounidense, solo después de los del 11 de septiembre de 2001.
El ataque se produjo el 21 de diciembre de 1988, cuando el vuelo que cubría un trayecto entre Londres y Nueva York explotó 38 minutos después del despegue, mientras sobrevolaba la localidad escocesa de Lockerbie, debido a una bomba colocada en un radiocasete en el equipaje de carga.
Estados Unidos presentó en la década de 1990 cargos por el atentado contra los ciudadanos libios Abdelbaset al Megrahi y Al-Amin Khalifa Fhimah, lo que desencadenó una crisis diplomática con Libia.
Libia fue entonces objeto de sanciones internacionales como el embargo militar, aéreo y de equipos petroleros y la congelación de fondos, que fueron suspendidos cuando el entonces presidente, Muamar al Gadafi, aceptó entregarles a Holanda, donde los jueces absolvieron a Fhimah y condenaron en 2001 a Megrahi.
La prueba clave: un interrogatorio de 2012
Las autoridades estadounidenses no confirmaron la existencia de un tercer sospechoso del ataque hasta 2016, cuando se enteraron de que se las autoridades libias habían arrestado e interrogado en 2012 a Masud, "después de que colapsara el régimen de Gadafi", explicó Barr.
"Según la declaración jurada incluida en la acusación, Masud construyó la bomba que destruyó el vuelo 103 de Pan Am, y trabajó con Megrahi y Fhimah para llevar a cabo el ataque", añadió el secretario de Justicia.
La principal prueba contra Masud es ese interrogatorio de 2012, aunque los investigadores también dicen haber corroborado su presunta participación mediante el análisis de un microchip y de piezas de ropa halladas entre los restos del fuselaje.
Según las autoridades estadounidenses, Masud viajó a Malta justo antes del atentado, construyó la bomba ahí y llenó la maleta con ropa comprada en esa misma isla antes de que fuera colocada en el vuelo.
Los cargos, presentados ante un tribunal federal del Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, acusan a Masud de destrucción de una aeronave con resultados letales y de destrucción de un vehículo mediante un explosivo con consecuencias letales.
Kara Weipz, cuyo hermano murió en el vuelo, aseguró en la rueda de prensa que los cargos son "un paso adelante" para los familiares de las víctimas, que en muchos casos lamentaron que solo hubiera una condena por el accidente, la de Megrahi, que falleció en 2012 y siempre defendió su inocencia.
El caso tiene un significado especial para Barr, que ya había abordado el tema cuando fue fiscal general en la década de 1990 y que, pese a haber renunciado a su cargo este mes por diferencias con el presidente saliente Donald Trump, pidió quedarse en el gabinete hasta este miércoles para poder hacer este anuncio.