¿Qué demócrata se encamina a ser el alcalde de la Nueva York pospandemia?
Trece candidatos y ningún favorito: a una semana de las primarias demócratas que designarán al que casi con toda seguridad será el alcalde de la Nueva York pospandemia, "progresistas" y "moderados" se enfrentan en una carrera también incierta a raíz de un nuevo sistema de votación que dificulta los pronósticos.
¿Eric Adams, expolicía negro y presidente del distrito de Brooklyn? ¿Andrew Yang, empresario de tecnología de padres taiwaneses, que se hizo conocido al prometer el desembolso de mil dólares a cada estadounidense como candidato a las primarias demócratas a la presidencia en 2020?
¿O tendrá la mayor ciudad de Estados Unidos su primera alcaldesa? Kathryn Garcia ha desempeñado varios puestos de responsabilidad en la alcaldía y cuenta con el apoyo de dos diarios, incluido el New York Times. Y Maya Wiley, abogada negra experta en derechos civiles, fue apoyada recientemente por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, más conocida como AOC, estrella del ala izquierda del partido.
Estos precandidatos, ejemplo de la diversidad que distingue a esta ciudad, dominan los sondeos para ocupar el que es conocido como "segundo cargo más difícil" del país, después del de presidente. Uno de ellos reemplazará al alcalde saliente, Bill de Blasio, muy de izquierda, que culmina ocho años de gobierno con una gran impopularidad.
La participación tradicionalmente baja en las primarias -apenas un 20% de los electores demócratas registrados votaron en 2013 para designar a De Blasio, sucesor del multimillonario Michael Bloomberg- hace que las encuestas sean poco fiables.
Salvo sorpresa, como Nueva York es un feudo demócrata, el vencedor de las primarias demócratas del 22 de junio será electo como alcalde en noviembre, en unos comicios que lo enfrentarán al vencedor de las primarias republicanas.
Desigualdades
Los principales desafíos son "levantar la ciudad tras el covid, las tensiones raciales, la equidad", resume Penny Arnold, de 51 años, que votó con anticipación el fin de semana en el Museo Metropolitano.
Epicentro del coronavirus en abril y mayo de 2020, la capital económica estadounidense, que registró más de 33.000 muertos por el covid, fue durante meses una sombra de sí misma.
Miles de comercios cerraron y decenas de miles de habitantes huyeron de la ciudad espantados por los camiones-morgue estacionados frente a los hospitales desbordados.
Sin turistas ni trabajadores los barrios financieros de Wall Street y Midtown quedaron desiertos, y explotó el desempleo y la cantidad de personas sin hogar. Los tiroteos y homicidios, en baja desde la década de 1990, se dispararon.
La crisis sanitaria, y luego las manifestaciones a veces violentas tras la muerte de George Floyd en mayo de 2020, subrayaron la amplitud de las desigualdades raciales en una metrópolis que algunos veían de lejos como una isla de riqueza.
Ahora que la ciudad regresa a la vida -65% de la población adulta recibió al menos una dosis de la vacuna anticovid y la tasa de casos positivos cayó a 0,59%- ¿elegirá la ciudad un candidato de extrema izquierda como Maya Wiley, o más moderado como Eric Adams, Andrew Yang o Kathryn Garcia?
"Esta elección es un indicador de las divisiones entre demócratas en el plano nacional", subrayó Ester Fuchs, de la Universidad de Columbia.
Algunos piensan que "como 'AOC' ganó, la victoria será de los progresistas. Pero hay un grupo importante de demócratas de la vieja escuela en esta ciudad", dijo esta profesora de ciencia política que trabajó en el pasado para Michael Bloomberg.
Criminalidad "manipulada"
Si bien el debate público se focalizó mucho en la criminalidad tras tiroteos muy mediatizados, una veintena de electores interrogados al azar el fin de semana no quisieron señalar el asunto como su prioridad.
La criminalidad "es un problema", dijo Robert Ambaras, de 64 años, abogado cercano a los "progresistas". "Pero hay mucha histeria alrededor y el tema es manipulado con fines políticos", afirmó.
Bose George, un financista de centro, quiere ante todo un alcalde "más bien moderado", capaz de lograr que la ciudad se recupere "sin aumentar los impuestos". Kathryn Garcia es su primera opción, y además le "encantaría" que hubiese una alcaldesa por primera vez.
Lo que es cierto es que el nuevo sistema de votación que pide a los electores clasificar a cinco candidatos por orden de preferencia torna los pronósticos casi imposibles.
A menos que un candidato reúna desde el inicio más de 50% de los votos -un escenario muy improbable- el candidato que quedó último es eliminado, y sus votos son redistribuidos hacia su segunda opción. Y así con el resto, hasta que un candidato supere el 50%. Debido a esto, recién podría conocerse el ganador a mediados de julio.
Algunos como Penny Arnold temen que este sistema ya utilizado en otros estados del país pero nunca en Nueva York favorezca la abstención.
Pero otros como Ester Fuchs creen que el sistema es bueno y más "democrático" y es una de las múltiples medidas adoptadas para alentar la participación.
"No tiene nada de complicado, solo es nuevo", dijo. "Da más posibilidades de elegir a la persona que realmente queremos, no es necesario emitir un 'voto útil'".