Mueren 22 personas en Egipto, suspenden partido de fútbol
El campeonato de fútbol de Egipto fue suspendido por tiempo indefinido tras la muerte de 22
aficionados en enfrentamientos con la policía fuera de un estado de El Cairo.
El tragedia ocurrió un mes después de que una mujer muriera baleada cuando la policía trató de dispersar una manifestación
pacífica que conmemoraba las manifestaciones democráticas de 2011 y desató un intenso debate en torno a las tácticas de las
fuerzas de seguridad para restablecer el orden cuando hay desmanes.
El ejecutivo anunció la medida última hora del domingo luego de que la policía antimotines se enfrentó a cientos de hinchas
de fútbol disparando gas lacrimógeno para despejar un estrecho acceso al estadio, provocando una estampida.
Egipto ya suspendió la competición en 2012 cuando 74 personas fallecieron en disturbios en un juego en Port Said. La
violencia originó una amplia indignación contra la policía y el consejo militar de transición que entonces gobernaba el
país luego del derrocamiento de Hosni Mubarak en el 2011.
Los incidentes del domingo constituyen un nuevo golpe a los esfuerzos del gobierno de proyectar una imagen de estabilidad
después de cuatro años de agitación política.
Hacía poco que los aficionados recibieron luz verde para regresar a los estadios, aunque las autoridades siguen limitando
el número de asistentes.
La fiscalía pública de Egipto ya ordenó una investigación en torno a los sucesos.
El lunes, medios de comunicación progobierno y el ministro del Interior, que está a cargo de la policía, buscó quitar
responsabilidad a las fuerzas de seguridad. El presidente del equipo Zamalek, el abogado Mortada Mansur, dijo a una
televisora privada que la policía no disparó contra los aficionados como se estuvo reportando ampliamente en las redes
sociales y que la violencia del domingo fue "orquestada" para boicotear las próximas elecciones parlamentarias.
El destacado comentarista Ahmed Musa, que apoya al gobierno, sostuvo que no se podía llamar "mártires" a las víctimas
porque, según él, intentaron violar la ley. "Los ladrones no pueden ser mártires", dijo el domingo por televisión.
Funcionarios de seguridad dijeron que la violencia comenzó cuando algunos hinchas del Zamalek trataron de ingresar a la
fuerza y sin boletos al estadio. Apenas en fechas recientes se permitió el regreso del público a los partidos y el
Ministerio del Interior tenía previsto permitir la entrada de sólo 10.000 espectadores al inmueble, que tiene una capacidad
para unos 30.000, dijeron las autoridades.
Hinchas de Zamalek, conocidos como "Caballeros Blancos", dijeron en su página oficial en Facebook que la violencia se
desató porque las autoridades sólo abrieron una puerta para el ingreso a las tribunas. Dijeron que eso provocó que hubiera
empujones y forcejeos que llevaron a la policía a lanzar gas lacrimógeno y perdigones sobre la multitud.
Una persona que trató de asistir al encuentro y que habló con The Associated Press a condición de permanecer anónima por
temor a represalias de la policía, dijo que un tropel fue provocado por los gases que roció la policía en medio de una
muchedumbre que se apretujaba.
"Quienes cayeron no pudieron levantarse de nuevo", dijo el espectador.