Moon y Trump buscarán una 'solución' a crisis de Corea
El presidente de EEUU, Donald Trump, y su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, buscarán una "solución" a la actual crisis en la península de Corea en la cumbre que celebrarán dentro de dos semanas, señalaron hoy altos cargos gubernamentales de ambos países.
Así lo acordaron el subsecretario de Estado de EEUU para Asuntos Políticos, Thomas Shannon, y el viceministro surcoreano de Exteriores, Lim Sung-nam, durante una reunión celebrada hoy en Seúl que sirvió como encuentro preparatorio para el primer cara a cara entre los dos presidentes.
Estados Unidos y Corea del Sur defienden "continuar desarrollando una respuesta conjunta basada en las sanciones y el diálogo para encontrar una solución al problema nuclear norcoreano", según una declaración conjunta firmada por ambos representantes.
Las dos partes destacaron su voluntad de que la cumbre entre Trump y Moon sirva para "discutir una estrategia conjunta destinada a hallar una solución fundamental a la crisis de seguridad en la península de Corea", se indica en el comunicado del Ministerio surcoreano de Exteriores.
La visita del progresista Moon se ha programado para los días 29 y 30 de junio, detalló la Casa Blanca en un comunicado en la víspera, y tendrá lugar en un momento de especial tensión entre Washington y Pyongyang a raíz de los insistentes ensayos de misiles del régimen que lidera Kim Jong-un.
Shannon comenzó hoy en Seúl una visita de tres días, horas después de que el Departamento de Estado de EEUU anunciara la liberación por parte de Corea del Norte del estudiante estadounidense Otto Warmbier, quien llevaba 17 meses detenido en el país asiático y está en coma.
Al ser cuestionado por los medios sobre el papel de Washington en este caso, Shannon confirmó que un diplomático estadounidense de alto nivel viajó a comienzos de semana a Pyongyang para acompañar a Warmbier en su evacuación a su país.
El subsecretario de Estado de EEUU también quiso resaltar que la alianza con Seúl "sigue siendo sólida" e incluye el compromiso de desplegar en territorio surcoreano el sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD), cuya instalación ha sido congelada por el Ejecutivo surcoreano.
La instalación de este sistema fue acordada en julio de 2016 por Estados Unidos y el Gobierno de la destituida presidenta Park Geun-hye como medida para evitar el impacto en suelo surcoreano de proyectiles disparados por Pyongyang.
Su despliegue comenzó en abril de este año, pero el Ejecutivo del nuevo presidente surcoreano ordenó paralizarlo el pasado miércoles para someterlo a un estudio de impacto ambiental, aunque la parte del equipamiento ya desplegada continúa operativa.