Miles de personas dan su último adiós al opositor Nemtsov en Moscú
Miles de personas rendían un último homenaje el martes al opositor ruso Boris Nemtsov, asesinado el viernes en Moscú, antes de su entierro en un cementerio moscovita.
Al término del homenaje a Nemtsov en el Centro Andrei Sajarov, museo consagrado al premio Nobel de la Paz, el cortejo fúnebre debía salir hacia el cementerio Troiekurovkoie de Moscú.
El asesinato de Nemtsov, ex viceprimer ministro de Boris Yeltsin, acérrimo opositor a Vladimir Putin y un cruzado contra la corrupción, provocó una ola de agitación en Rusia y recibió la condena internacional.
Numerosos políticos y diplomáticos extranjeros, incluido el exprimer ministro británico John Major, acudieron al centro Andrei Sajarov, donde reposaban sus restos.
También acudieron personalidades rusas como Mijail Kasianov, exprimer ministro de Vladimir Putin, y la viuda de Yeltsin.
El presidente Vladimir Putin no concurrió, pero envió a una persona en su representación, mientras que el primer ministro Dmitri Medvedev hizo llegar una corona de flores.
Varios miembros del gobierno se hicieron presentes en el Centro Sajarov, entre ellos los viceprimer ministros Arkadi Dvorkovich y Serguei Prijodko.
Sin embargo, Rusia denegó la entrada al país de la eurodiputada letona Sandra Kalniete y del presidente del Senado polaco Bogdan Borusewicz, que querían asistir a las exequias de Nemtsov.
Desde la UE, declararon que la decisión de Moscú se debía a "razones aparentemente arbitrarias" y una portavoz del servicio diplomático europeo, Maja Kocijanicic, la calificó de " una "clara violación de los principios básicos".
'Avergonzados de nuestro país'
Como lo indica la tradición ortodoxa, la madre del político asesinado y sus hijos permanecieron sentados delante del féretro abierto, ante el cual se inclinaban por igual anónimos y personalidades, como el embajador de Estados Unidos, John Tefft.
"Hemos venido porque nos sentimos avergonzados de nuestro país, de nuestra gente, de haber permitido que ocurra algo así", afirmó uno de los asistentes, Dimitri Afanasiev. "Es culpa de Putin, pero también nuestra".
"Es un shock. Es el sistema el que lo mató", añadió otro moscovita, Vladimir Shlamin.
El activista por los derechos humanos Sergei Kovalev dijo que es obvio quién inspiró el asesinato el asesinato de uno de los críticos más acérrimos contra la intromisión de Moscú en Ucrania.
"Los vemos cada día en la televisión", dijo, refiriéndose de manera implícita a Putin y sus aliados.
Nemtsov recibió varios disparos poco antes de la medianoche del viernes cuando caminaba por un puente a poca distancia del Kremlin junto a su compañera, la modelo ucraniana Ganna Duritska.
Putin dijo que la muerte de Nemtsov había sido un "asesinato por encargo", asegurando que se trataba de una "provocación", y prometió hacer todos los esfuerzos para encontrar a los responsables.
'Patriota ruso, amigo de Ucrania'
Familiares y amigos de Nemtsov señalaron que éste estaba preparando un informe sobre la presencia de soldados rusos en el este de Ucrania, mientras que Moscú desmiente cualquier implicación de sus tropas en el bando de los separatistas.El opositor había confesado hace poco tiempo que temía ser asesinado en Rusia.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko condecoró de forma póstuma a Nemtsov con al Orden de la libertad.
"Para los ucranianos, Boris será por siempre un patriota ruso y un amigo de Ucrania", dijo. "Él probó con su vida que se pueden ser ambas cosas".
Duritska regresa a Kiev
Por su parte, Ganna Duritska pudo regresar finalmente a Ucrania, tras denunciar que estaba siendo retenida por las autoridades rusas.
Los investigadores llevaban interrogándola desde poco después del momento del asesinato. El martes, señalaron que la modelo era un testigo clave y que "podría conocer circunstancias significativas" sobre la muerte de Nemtsov.
Duritska, que en un principio dijo no haber visto al asesino, pudo ofrecer finalmente un retrato robot del autor de los disparos.
Las autoridades han ofrecido una recompensa de tres millones de rublos (48.000 dólares) por cualquier información sustancial sobre el asesinato, una importante cantidad, dado que el salario medio en Moscú es de 60.000 rublos (960 dólares).
'Un sacrificio'
Los investigadores no descartan ningún móvil, y se plantean tanto el crimen político como la pista islamista, por el apoyo de Nemtsov al semanario satírico francés Charlie Hebdo, víctima de un sangriento atentado en enero. También han apuntado a la posibilidad de un asesinato vinculado al conflicto ucraniano y cometido por "elementos radicales".
El Comité de investigación plantea incluso la posibilidad de que la propia oposición ordenara el asesinato, un "sacrificio" para espolear la reacción contra Putin.
La marcha en memoria de Boris Nemtsov reunió el domingo en Moscú a decenas de miles de personas, una de las manifestaciones más masivas de protesta contra el presidente ruso desde hacía años.
El crimen se produjo en una zona generalmente bien vigilada por las fuerzas de seguridad, debido a su proximidad del Kremlin.
"Los investigadores sólo tienen clara una cosa - que los asesinos no eran profesionales", afirmó el diario Kommersant.