Miles de iraquíes huyen a Siria por la ofensiva contra el EI
Más de 4.000 iraquíes han abandonado sus hogares en Mosul y muchos más se preparan para hacerlo huyendo de la posibilidad de la ofensiva gubernamental contra el Estado Islámico (EI), que controla la ciudad, y se han adentrado en Siria, según alertó hoy la Agencia de Naciones para los Refugiados (ACNUR).
"Imaginad como deben de estar de desesperados bajo el yugo del EI y a sabiendas de lo que está ocurriendo en Faluja, para que decidan huir y convertirse en refugiados en Siria", afirmó en rueda de prensa Melissa Fleming, portavoz del ACNUR.
Fleming explicó que en el último mes ha habido un incremento del número de refugiados iraquíes "que han decidido emprender el peligroso viaje hacia Siria en un intento desesperado de escapar de Mosul, que está pendiente de que el gobierno emprenda una batalla para retomarla".
Según los datos del ACNUR desde el principio de mayo 4.266 personas llegaron al campo Al-Hol, situado en territorio sirio, en la provincia de Hasakah, a 14 kilómetros de la frontera iraquí.
"Pero sabemos que el número de refugiados iraquíes que huyen de Mosul seguirá creciendo, por lo que estamos preparándonos para ayudar a 50.000 personas", explicó.
Para asistir a esas personas, el ACNUR comenzará hoy una serie de puentes aéreos desde Jordania hacia el aeropuerto de Qamishli, también en la provincia de Hasakah, controlada por los kurdos.
Dichos vuelos están autorizados por el gobierno sirio, puntualizó la portavoz.
La provincia no es accesible por tierra desde el resto de Siria y la vía hacia la frontera turca está cortada por problemas de seguridad.
El viaje entre Mosul y Al-Hol puede durar entre dos días y una semana, pero varios refugiados explicaron que tardaron mucho más dado la dificultad de pasar por una región controlada eminentemente por el EI.
Además de la población local, en la provincia de Hasakah viven 90.000 desplazados sirios y 16.000 refugiados iraquíes.
Un eventual asalto a Mosul podría desplazar hasta 600.000 personas, teme el ACNUR.
Los recuentos de los refugiados incluyen como argumento para huir el yugo al que les sometía el EI pero también el miedo a la ofensiva gubernamental para retomar la ciudad, dado el conocimiento sobre el sufrimiento de los civiles en Faluja, sometida a una campaña militar para liberarla de los yihadistas.
Según el ACNUR, 50.000 civiles siguen atrapados en Faluja donde los milicianos no les dejan partir y están sometido a intensos bombardeos.
Fleming denunció que se han denunciado "varios casos de inanición" entre la población, que no tiene ni acceso a víveres ni agua potable, y no cuentan con ningún tipo de asistencia médica.
A pesar de las dificultades, unas 800 personas han conseguido escapar y han sido asistidas por el ACNUR.
La portavoz explicó que muchos de los escapados han denunciado un "dramático incremento del número de ejecuciones del número de hombres y jóvenes que se niegan a combatir del lado del EI".
Asimismo, denunciaron que los yihadistas habían ejecutado a varias personas que intentaban huir.