El Líbano vota en las primeras elecciones desde la crisis
Los libaneses votan este domingo en las primeras elecciones parlamentarias desde que estallaran múltiples crisis que han llevado al país al borde del abismo.
A pesar de la grave situación económica, social y política y al descontento plasmado el levantamiento popular de 2019, los analistas no esperan grandes cambios en el Parlamento, que probablemente quede en manos de los partidos que controlan el país desde hace más de tres décadas.
Un total de 3,9 millones de libaneses figuran en el padrón electoral.
Los colegios electorales cerrarán a las 19H00 (16H00 GMT) y los resultados no se esperan hasta el lunes.
La afluencia de votantes era débil a media jornada en la mayoría de las regiones. Los medios locales informaron de cortes de electricidad en varios colegios electorales pese a las promesas del ministerio del Interior de que la corriente se suministraría sin interrupción.
El ejército está desplegado para asegurar que las elecciones transcurran sin incidentes.
Una nueva generación de candidatos independientes y de partidos nacientes que esperan capitalizar el descontento por la corrupción expresado en las movilizaciones sin precedentes que sacudieron el país en 2019.
"Yo estoy con el cambio porque ya probamos a la actual clase política y ahora es tiempo de que haya nuevos rostros", dijo a AFP Nayla, una joven de 28 años que sólo se identificó por su nombre de pila.
En las últimas elecciones de 2018, los independientes sólo lograron un escaño de los 128 que tiene el parlamento.
El parlamento saliente está dominado por el movimiento chiita Hezbolá, en alianza con el partido chiita Amal del presidente de la Cámara, Nabih Berri, y con la formación cristiana Corriente Patriótica Libre (CPL) a la que pertenece el presidente del país, Michel Aoun.
"Parece imposible que Líbano vote por más de lo mismo y sin embargo parece el escenario más probable", indicó Sam Heller, experto del centro de estudios Century Foundation.
Desde la última elección el país se vio sacudido además de las protestas, por una inmensa explosión en el puerto de Beirut y por un agravamiento de la crisis económica.
- Bajas expectativas -
La libra libanesa ha perdido un 95% de su valor y los ahorros de la gente están bloqueados en los bancos, el salario mínimo no alcanza para llenar el estanque de gasolina y el servicio eléctrico funciona sólo algunas horas al día.
Más de un 80% de la población está considerada como pobre, según los índices de la ONU, y esto lleva a que los más desesperados a intenten huir hacia Europa en peligrosas travesías.
Pese al desencanto, algunos libaneses ven esta votación como una importante prueba para las demandas surgidas de las protestas de 2019.
Para Marianne Vodolian la explosión cataclísmica de 2020 que desfiguró la capital Beirut y dejó más de 200 muertos hace que el derecho voto sea un deber sagrado.
"Estamos en contra de un sistema que nos gobernó durante 30 años, nos robó y nos explotó", dijo la mujer de 32 años que es portavoz de las víctimas de la explosión.
Algunos grupos surgidos del levantamiento esperan lograr un puesto en el Parlamento, aunque su éxito puede verse lastrado por el hecho de que concurran separados y sin un frente unido.
En total, 718 candidatos, de los que 157 son mujeres, se presentan a estas elecciones que para la comunidad internacional constituyen una condición indispensable para el posible envío de ayuda financiera.
"El derrumbe económico es el principal motor de un cambio, pues los aspectos político, social y de seguridad son esencialmente consecuencias de la crisis" económica, escribe Sam Heller en un artículo The Century Foundation